
Hacía el año 1920 del siglo pasado varios compositores intentaron revivir diversos instrumentos prehispánicos, incorporarlos a la orquesta moderna o formar conjuntos exclusivamente con ellos.
Entre los instrumentos más antiguos, estaban las flautas llamadas chililitli, ocarinas, flautas de pan, el atecócoli o caracol marino al que se le cortaba su vértice, instrumentos de viento fabricado con una concha grande, y numerosos instrumentos de percusión. Para comprenderlos mejor los instrumentos musicales se pueden dividir en cuatro grandes grupos:
- Los autófonos o idiófonos, son aquellos que por sí mismos generan sonido sin requerir un mecanismo; por ejemplo las claves (dos palos que se golpean entre sí), la marimba, los platillos, castañuelas, triángulo etc.
- Los membranófonos requieren una membrana, parche de piel. Entra todo tipo de tambores como el timbal, el tambor, la tarola, la conga, etc.
- Los aerófonos, necesitan aire para producir sonido, siendo tradicionales las flautas, clarinete, oboe, fagot, saxofones, tuba, trompeta, trombón, cornos, harmónica.
- Los cordófonos requieren cuerdas y se dividen en tres grupos según la manera en que se atacaba a la cuerda.
Entre los idiófonos se encuentran el chicahuaztli, que se utilizaba en la danza Tlanahua y en la celebración llamada Tóxcatl. Hay ritos de fertilidad que estaban asociados a esta maraca en forma de bastón que se golpeaba contra el piso, como si fuera una sonaja con mango alargado y hueco.
El teponaztli era un tambor horizontal hecho de tronco hueco. Se tocaba con unas baquetas con puntas de hule. Con este tambor se regían el canto y la danza. Por generar la base rítmica principal, el teponaztli se hallaba siempre presente en las celebraciones de Huitzilopochtli. Había tres fiestas principales: Tóxcatl (durante la cual los españoles hicieron una gran masacre), Tlaxochimalco y Panquetzaliztli.
El ayotl fue un instrumento de golpe directo hecho de caparazón de tortuga. Se tocaba en los funerales, en la fiesta llamada Tzalcualiztli, en Tóxcatl y en otras ocasiones.
El tetzilácatl tenía forma de concha y era de metal. Se tocaba con una baqueta también metálica.
El ayacachtli, especie de sonaja o maraca, contenía cuentas. Se tomaba de un mango y se sacudía, produciéndo el sonido.
El omichicahuaztli consistía en un hueso con dientes que se tallaba transversalmente. Se tocaba con un cuerno, con una piedra o con otro hueso. A veces se amplificaba su sonido al tocarlo sobre una calabaza hueca o cráneo.
Entre los membranófonos, el huéhuetl, tambor de tronco hueco con una membrana de piel restirada que se tocaba con las manos. El huéhuetl y el teponaztli eran compañeros.
El Huéhuetl que en náhuatl significa huehue, hombre y tlacoa, el que canta o habla. Equivalía al tambor y se construía de un tronco de árbol ahuecado con ranuras en la parte inferior, formando la base del instrumento. La parte superior se cubría generalmente con una piel de tigre, que se restiraba para producir un sonido más agudo. Este sonido rápido y sonoro volaba por los campos anunciando y llamando a las tribus a la guerra.
El teponaztli, especie de xilófono construido de un tronco de árbol ahuecado, cuyo hueco es la caja de resonancia. Sus sonidos claros y vibrantes eran preferidos para acompañar las danzas y para llamar al pueblo a guerra.
Tanto el teponaztli como el huéhuetl eran grabados con leyendas alusivas a los ritos a los que se destinaba o bien con figuras humanas o de animales.
Los instrumentos aerófonos se dividían en metales y maderas y eran muy numerosos. El Tlapitzalli era el nombre genérico para los instrumentos de viento. Había muchos tipos de flautas, entre las cuales destacan el huilacapiztli, diversas flautas de pan, trasversales, de hueso, de émbolo, pentáfonas, el topitz, flauta de tres agujeros, y la trompeta de tubo longitudinal.
Las cornetas, flautas y caracoles tomaron el nombre de chililitli, que según Alva Ixtlilxóchitl era una especie de metalófono en el templo del mismo nombre que mandó construir el poeta rey Netzahualcóyotl. La flauta se utilizaba tanto en ceremonias religiosas como en la música profana, la ocarina era un instrumento pequeño con forma de animal y utilizaban las caracolas como instrumentos, soplados para producir sonidos ceremoniales. El Atecocoli se hacía con una concha grande perforada y el Quiquiztli estaba hecho a base de conchas de mar. Las tlapitzali o flautas de las que existía una gran variedad que producían sonidos sumamente agudos y eran utilizadas en la ceremonia del Quinto Sol Azteca, dedicado al dios Tezcatlipoca. Las pequeñas flautas de barro llamadas chichitles, con cuatro agujeros, que producían escalas pentáfonas
Tezcatlipoca y Quetzalcoatl.
La ocarina representaba mucho tiempo de evolución musical y exigía, conocimientos acústicos, un sistema musical y un estilo melódico desarrollado. Tenía dos, tres, cuatro y hasta cinco agujeros que producen de dos a quince sonidos y con objeto de controlar su afinación, tiene dos agujeros adicionales.
En cuanto a los cordófonos, el único del que se tiene noticia es un arco musical.
La música fue fundamental en la religión de los aztecas, en sus ritos, ceremonias y fiestas, así como en la guerra, por lo que fue siempre un ingrediente de cohesión social.
Los instrumentos de percusión eran también muy populares en la música. Los tambores eran utilizados en ceremonias religiosas y en la guerra, y se tocaban con las manos o con baquetas. Los huehuetl, grandes tambores de madera, eran utilizados en estas ceremonias. Estaban recubiertos con piel de animal. Los aztecas también utilizaban instrumentos de percusión como sonajas y cascabeles, que se agitaban para producir sonidos ceremoniales.
Huehuetl
Otro instrumento muy popular era el Ayotl, que se fabricaba a partir de un caparazón de tortuga. Además, los aztecas también tocaban el Omichicuaztli, hecho con huesos de venados, o el Ayacahtli, que tenía forma de calabaza.
Los instrumentos vocales también formaban una parte importante de la música de los aztecas. Los miembros de los coros cantaban en ceremonias, tanto religiosas como profanas. Se han encontrado evidencias de que los aztecas utilizaban la técnica del contrapunto en su música vocal, en la que varias voces cantan distintas melodías simultáneamente.
Teponaztli usado en una ceremonia
Los instrumentos como el timbal los hacían de cántaro de diferentes tamaños cuyas bocas eran cubiertas con piel restirada.
El tzicahastli y el omnizacahastli eran raspadores construidos con fémures humanos a los que se les hacían ranuras y eran frotados con una concha. Con estos raspadores marcaban el ritmo de sus ritos y ceremonias
Con el tiempo, los antiguos mexicanos desarrollaron técnicas y estilos únicos para tocar estos instrumentos, lo que permitió diversos tipos de música religiosas y profanas.
Esta gran variedad de instrumentos nos da una idea de la sonoridad de las grandes orquestas con que organizaban sus ritos y ceremonias paganas los aztecas.
La finalidad de esta breve exposición es percibir la riqueza musical de una de las culturas más importantes antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo.