Gema Perales – Una pintora excepcional

Nacida en Baeza, es una artista ecléctica y multidisciplinar, y sus obras van desde la pintura, la escultura, cerámica o la instalación. Dedica sus primeros años de actividad actividad a trabajar como retratista.

Autorretrato de Gema Perales

En 2013 se traslada al pueblo de Mombeltrán en Ávila, y allí encuentra la inspiración que necesitaba su pintura para volar, un lugar lleno de artistas y de cultura que le permiten dar rienda suelta a su pasión por la pintura con la que puede desinhibirse dada su tendencia confesada a la soledad y a la depresión. 

Retrato y paisajes predominan en una obra llena de crítica social.

Es en el retrato donde se mueve como pez en el agua y los autorretratos que muestran que es a ella misma a quien mejor conoce.

En cuanto a la temática muestran su visión sobre el feminismo o la ecología. No es raro ver las que dedica a la familia, a las mujeres sin manos y sin pies, mientras continúa realizando múltiples exposiciones individuales y colectivas en España y Portugal.

Su obra es ecléctica, tanto en la temática, el feminismo, el drama de la inmigración, el cambio climático, la tauromaquia, o el sistema educativo entre otros, como a nivel disciplinar, practicando la pintura, la escultura, la cerámica o la instalación.

La crítica social está reflejada en muchos de los cuadros que actualmente expone en el Archivo Histórico Provincial que acoge en torno a una treintena de sus obras.

Una vía de escape para una Pintora

Retratos y autorretratos son los grandes protagonistas, pero también se puede disfrutar de una pequeña parte de su obra dedicada al arte en general. Es su aportación, su homenaje, a aquellas personas que se cargaron de valor para dedicarse a algo con lo que en ocasiones ni siquiera te da para vivir,

Los homenajes a artistas, como James Dean, Manolete, Marilyn Monroe o Los Beatles, tiene mucho que ver con que ella misma, que en su momento optó por dejar unas oposiciones para apostar todo por la pintura.

Son interesantes también las escenas costumbristas del Valle del Tiétar, basadas en fotografías que en su día le enseñó su abuela, como recuerdo a aquella mujer de pendientes de oro y utensilios de cobre.

Hay un referente en su pintura a Velázquez y ha tenido a bien versionar sus creaciones. De hecho, a la famosa Venus del Espejo sería interesante echarla una ojeada pues en su versión el modelo es el propio pintor.

Sus obras nos ofrecen una experiencia emocional y visual de aproximación al retrato, pero también a lo típicamente español, al mundo taurino y la espiritualidad desde una óptica profundamente personal.                                                                                                                           

 

 

 

 

 

 

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