Moviminetos vanguardistas del arte – Pintores posimpresionistas

 El postimpresionismo designa al conjunto de estilos pictóricos que sucedieron al impresionismo entre 1875 y 1905 aproximadamente, en Francia. No se trató de un movimiento con programa propio, sino de un período en el que una generación de artistas desarrolló la voluntad diferenciadora de estilo, inducida por el impresionismo. La diferencia entre el postimpresionismo y el impresionismo está en que los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, se opusieron a reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión subjetiva del mundo.

 

Así, hicieron gala de una mayor libertad formal y expresiva.

Vincent van Gogh: Habitación en Arlés 

El término postimpresionismo fue acuñado por el crítico británico Roger Fry en 1910, tras una exposición de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh en Londres. Otros pintores destacados fueron Henri de Toulouse-Lautrec y Georges Seurat.

Los aportes conceptuales, técnicos y estéticos del postimpresionismo hicieron posible el vanguardismo del siglo XX. El expresionismo, el fovismo y el cubismo— encontraron en el postimpresionismo su inspiración creativa y su voluntad de ruptura.

Expresar la subjetividad a través de las formas trajo consigo la liberación del estilo artístico. Los postimpresionistas no pintaron siguiendo a la academia o tendencias grupales. Más bien se esmeraron en encontrar un estilo plástico único que no solo los expresara sino los distinguiera individualmente. En consecuencia, fue muy diverso. Aún así, pueden apuntarse algunas características comunes.

Vincent Van Gogh: La noche estrellada.

Hasta el siglo XIX, el arte occidental se basaba en la imitación de la naturaleza naturalismo, por eso, los artistas se esmeraban en lograr un efecto de verosimilitud. El postimpresionismo se atrevió a alterar las formas de la naturaleza en función de la expresión personal

En el lienzo La noche estrellada de Vincent van Gogh, las figuras se exageran o deforman mediante diversos recursos técnicos para expresar el modo en que el artista se percibe a sí mismo frente a la realidad.

El uso de los colores en el postimpresionismo no se corresponde con la naturaleza sino con las intenciones expresivas de los pintores, y con frecuencia se usaban puros sobre grandes superficies, lo cual anulaba la profundidad espacial. Así, los colores son símbolos de un lenguaje particular de cada artista, y deben ser interpretados en contexto.

En el cuadro La visión tras el sermón de Paul Gauguin, se puede ver el uso de superficies de colores planos y contrastantes entre sí. Asimismo, el pintor desafía los códigos de representación del mundo angélico y espiritual por medio de la coloración rica en contrastes.

El postimpresionismo dio paso a la indagación en los lenguajes plásticos y técnicas pictóricas. Entre algunas de estas técnicas y recursos se pueden contar:

  • El puntillismo, que compone formas mediante la aplicación de millares de puntos uno al lado del otro.
  • Tendencia a la geometrización de las formas mediante su reducción a elementos básicos.
  • Contornos gruesos bien delineados.
  • Zonas de color plano, sin preocupación por el volumen de las figuras.
  • Supresión de la profundidad espacial en la mayoría de los casos.
  • Uso de pinceladas gruesas y manchas.

 

Paul Gauguin: El mercado.

El impresionismo y el postimpresionismo mantuvieron el interés en el arte exótico. Además del arte japonés, los artistas se interesaron en el arte antiguo de culturas no occidentales, como la egipcia, en el arte popular y en el arte primitivo.

En realidad, ningún artista fue parecido al otro, excepto en la voluntad de expresión individual y en la pasión por el color.

Paul Gauguin tenía un particular interés por explorar la mente del artista. Entre todos los pintores postimpresionistas, Gauguin destacó por su revolucionaria paleta de colores, una brillante combinación de tonos inspirados en sus viajes a Tahití.

Su propuesta se centró en superficies amplias y planas cargadas de color encendido, queriendo con ello volver a la comunicación con el arte popular, sumergiendose en el arte primitivo bretón y estudiando sus formas arcaicas del arte.

Paul Gauguin, “Autorretrato con retrato de Bernard, ‘Les Misérables’,”

Si bien las pinturas que realizó allí se encuentran entre sus obras más conocidas, se les considera cada vez más como ejemplos de exotismo y con frecuencia se les condena por sus matices coloniales. Además, durante ese tiempo se casó y dejó embarazada a una niña polinesia de 13 años, a quien pintó en numerosas ocasiones, por lo que estos cuadros  son bastante problemáticos.

Abarcó un espectro de temas muy amplio: desde escenas de la vida cotidiana hasta escenas cargadas de superstición. Su osadía colorista constituyó un precedente del

Paul Cézanne se caracterizó por la reducción de las formas de la naturaleza a sus volúmenes geométricos esenciales, como cilindros, conos y esferas. De esta manera, Cézanne se anticipó al cubismo y se convirtió en una referencia. Por ejemplo, en el lienzo Las bañistas, Paul Cézanne hace una síntesis gráfica de los cuerpos hasta aproximarlos a formas cilíndricas.

Se interesó también por la luz prismática y la modulación de color, pasando por encima del tradicional claroscuro. Con estos recursos, Cézanne resaltaba las cualidades materiales de la pintura.

Paul Cézanne. “Autorretrato con paleta”

Es una figura clave del postimpresionismo, considerado el antecesor del fauvismo y un precursor del cubismo. El trabajo de este pintor francés se caracteriza por su uso de pinceladas pictóricas y una paleta de colores intensos. Además, Cézanne es conocido por su uso poco convencional de la perspectiva, ya que solía rechazar las representaciones realistas del espacio en favor de composiciones más creativas. Esto es particularmente evidente en sus bodegones, en las que frecuentemente aparecían frutas, botellas y otros objetos cotidianos sobre mesas inclinadas y desordenadas.

Seurat. Algunos críticos clasifican a Seurat como un neoimpresionista más que como postimpresionista. Sin embargo, Seurat se distinguió del impresionismo y se aproximó al postimpresionismo por el rechazo del efecto borroso de las formas y el regreso al trabajo en el estudio.

Seurat

 Inventó la técnica del puntillismo —su principal aporte—, con la cual obtuvo formas sólidas con volúmenes muy definidos, un auténtico rasgo distintivo. Aun así, el interés por los temas de la vida burguesa cotidiana, en especial sus divertimentos, lo mantuvo emparentado con el impresionismo.

Henri de Toulouse-Lautrec. Fue un dibujante, pintor e ilustrador parisino de la transición entre el impresionismo y el postimpresionismo. Su obra llamó la atención tanto por los temas, casi siempre la vida nocturna de París, como por el tratamiento técnico. Además, fue muy destacado en el arte del cartel. Por ese motivo, su trabajo ha ejercido gran influencia en el diseño gráfico del siglo XX.

Henri de Toulouse-Lautrec: En el Moulin Rouge, el baile.

Por su naturaleza de dibujante e ilustrador, su rasgo distintivo fue el uso de la línea notoria, muchas veces corregida o repasada. También se destacó por el uso de encuadres novedosos, y adoptó elementos de la estampa japonesa. Sus trabajos reunen diversidad de formatos y técnicas: pastel o guache sobre cartón, litografía,

Uno de sus principales enfoques fue retratar la vida nocturna parisina, que hasta entonces se consideraba un tema de bajo valor artístico. Toulouse-Lautrec realizó innumerables retratos de artistas bohemios y prostitutas, y diseñó una serie de carteles litográficos para el icónico Moulin Rouge. Hoy en día, estas piezas están entre sus obras más famosas.

Henri de Toulouse-Lautrec, “En el Moulin Rouge”.

Paul Cézanne: Mujer de azul, 1904.

Conocidos por sus diversos y distintivos estilos y por sus percepciones subjetivas del mundo que los rodeaba, los postimpresionistas fueron pioneros en cuanto a la forma de hacer arte a finales del siglo XIX. A diferencia de los impresionistas que los precedieron y los fauvistas que vinieron después, los artistas postimpresionistas no compartían un solo enfoque estético. En cambio, lo que los unió fue un interés común en explorar abiertamente la mente del artista.

Dada la variedad de estilos, técnicas e incluso temáticas presentes en las pinturas postimpresionistas, definir el movimiento puede ser difícil. Sin embargo, al hacer un recuento de su historia, identificar a sus artistas y determinar sus características distintivas, se puede empezar a comprender el significado histórico y simbólico de esta corriente artística.

Al igual que los impresionistas, los postimpresionistas compartieron su trabajo con el público a través de exhibiciones independientes por todo París. En 1910, el conocido crítico de arte, historiador y curador Roger Fry acuñó el término “postimpresionismo” en su exposición Manet y los postimpresionistas. Al igual que los artistas de esta corriente, Fry creía firmemente que la belleza del arte está intrínsicamente anclada a la percepción. “El arte es una expresión y un estímulo a la vida imaginaria más que una copia de la vida real”, explica Fry en An Essay in Aesthetics. “El arte aprecia la emoción por sí sola. El artista es un constante observador de su entorno y el menos afectado por su valor estético intrínseco. Al contemplar un campo de visión específico, la conjunción estética caótica y accidental de formas y colores comienza a cristalizarle en una armonía”. Hoy en día, estas ideas nos ayudan a entender el hilo conductor entre estos artistas.

Los postimpresionistas creían que una obra de arte no debería de girar alrededor de un estilo, proceso o enfoque estético en particular. La obra debería de hacer énfasis en el simbolismo al comunicar los pensamientos más profundos del subconsciente del artista. En lugar de emplear el sujeto como una herramienta visual o como un medio para un fin, los postimpresionistas lo percibieron como una forma de transmitir sentimientos. Según Paul Cézanne, “una obra de arte que no comenzó en las emociones no es una obra de arte”.

A diferencia de los impresionistas, quienes buscaban capturar los efectos de la luz natural sobre los tonos, los postimpresionistas deliberadamente adoptaron una paleta de color artificial para representar su percepción emocional del mundo que los rodeaba. Tonalidades saturadas, sombras multicolor y una gran variedad de colores son evidentes en la mayoría de las pinturas postimpresionistas, mostrando el enfoque innovador e imaginativo de los artistas hacia la representación. 

Paul Cézanne, “Las grandes bañistas”, 1898–1905

Vincent van Gogh es, sin duda alguna, uno de los máximos representantes del postimpresionismo. Nacido en Holanda, Van Gogh decidió dedicarse a la pintura a los 27 años y vivió gran parte de su vida en Francia. Este famoso artista es conocido por sus pinceladas expresivas y su magistral uso del color, características que en un principio no fueron bien recibidas. De hecho, Van Gogh enfrentó muchos desafíos personales a lo largo de su carrera; durante una crisis psiquiátrica acabó cortándose una oreja, y eventualmente el peso de sus problemas de salud mental llevaría al artista a quitarse la vida.

Vincent van Gogh, “Autorretrato”, 1887

Vincent van Gogh: Terraza de café por la noche.

Influido por los impresionistas y los grabadores japoneses, Vincent van Gogh experimentó con las técnicas de la época. Tuvo un genuino interés por el trabajo de Gauguin. Apasionado por los colores intensos y puros, utilizó las pinceladas ondulantes y los amarillos, verdes y azules intensos. Asimismo, recreaba la belleza a través del color. Van Gogh no retrataba la realidad como era, sino como era sentida por él. El color tiene un uso simbólico, abordaje que puso a Van Gogh en los ojos del expresionismo.

Si bien su obra no fue apreciada en su momento, hoy las pinturas de Van Gogh son una parte fundamental de las colecciones de los museos más importantes del mundo.

Henri Rousseau. Este artista autodidacta se hizo conocido por sus exuberantes escenas de selva, a pesar de no haber salido nunca de Francia ni haber visto una selva con sus propios ojos. En cambio, sus cuadros de estilo naíf, ahora icónicos, se inspiraron en libros infantiles y en el zoológico y los jardines botánicos de París.

El sueño. Henri Rouseau

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