Poyales de Hoyo es un pueblo abulense, balcón de la Sierra de Gredos, ubicado entre Candeleda y Arenas de San Pedro. Esta sobre la ladera de la Sierra y sus vistas hacia los montes de Toledo, la gran extensión de terreno que contempla, la hacen tener unas vistas de gran valor y gran belleza y es un placer observarlas. Tiene un microclima, siendo el tiempo algo mejor que en Arenas de San Pedro.
En la Baja Edad Media existieron dos pequeños núcleos de población dependientes de Arenas de San Pedro, llamados El Hoyo y Ojaranzos, siendo el principal El Hoyo, separándose de la Jurisdicción de Arenas de San Pedro.
Al bajarse los habitantes del Hoyo, huyendo de enfermedades, crearon otro núcleo de población alrededor de la Casa Poyal, que se denominó Aldeanueva de Los Poyales del Hoyo en 1568, reinando Felipe IV y obtiene el título de Villa de Poyales del Hoyo
En esa época el cultivo del lino, era de una gran calidad, y muchos topónimos de la zona, incluido el nombre de Poyales, proceden del proceso de dicho cultivo. El residuo de las gárgolas del lino una vez machacadas se denomina “poya” y los montones de residuos, poyales.
El título y la jurisdicción la obtiene con el fin de poder administrar justicia, pues debido a las nieves y las crecidas del río Arbillas, muchos delitos se quedaban sin juzgar. Tal vez por error administrativo, falta de jurisprudencia en estos asuntos o por estar pendiente de resolver el Proindiviso existente entre Arenas de San Pedro y Candeleda, no se le concedió territorio y es la causa de tener una jurisdicción tan exigua.
A pesar de encontrarse al lado de un territorio sin dividir entre los pueblos de Candeleda y Arenas de San Pedro, de 8000 hectáreas y denominado “Proindiviso”, el Ayuntamiento de Poyales del Hoyo mantiene desde el siglo XV su reclamación sobre estos territorios, de los que sus habitantes pagan contribución a Arenas de San Pedro y Candeleda.
Durante la guerra civil española el pueblo y tras fracasar el golpe de estado de Julio de 1936, llevado a cabo contra el gobierno de la Segunda Republica Española, el país está en una situación de caos y en Poyales del Hoyo el templo parroquial fue incautado y se destinó a cárcel del pueblo, y el 8 de agosto, tras muchas vejaciones y torturas, es asesinado Ismael Santos, párroco de Poyales. Ese mismo día matan también, tras romperle ambos brazos, a Eloy Garrido Hernández, jornalero, cerca de treinta personas mueren a manos de milicianos de izquierda procedentes de Candeleda y el mismo Poyales, ante la pasividad del alcalde, hasta el día 8 de septiembre, día en que el pueblo cae en poder de las tropas sublevadas
El crimen más famoso y polémico se produce en la noche del 29 de diciembre de 1936, entre los pueblos Candeleda y Poyales del Hoyo. Tres mujeres, fueron paseadas y asesinadas allí. Sus cuerpos fueron abandonados primero y posteriormente sepultados en una fosa común en ese mismo lugar. Según se dice, fueron víctimas del líder local Ángel Vadillo del partido de extrema derecha Falange Española, apodado el Quinientos Uno. Era un fiel reflejo de lo que el líder sublevado Francisco Franco llamaba la cruzada nacional católica
En los años 90, al realizar una reforma de la fachada de la iglesia y poner el porche actual, se arrancó y destruyó el mosaico de azulejos que rendía homenaje a los caídos del bando franquista y que se encontraban en la fachada de la iglesia. Años después se trasladaron los restos de once de ellos desde el “patio del cura” a una fosa común en el cementerio municipal.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ARMH, exhumó los restos de las tres mujeres en 2002 y en junio de 2010 fueron reunidas en un panteón del cementerio de Poyales del Hoyo junto con los de otras siete víctimas recuperadas de una fosa común a un kilómetro de Candeleda.
La entonces alcaldesa, Damiana González, del Partido Popular, se opuso a ceder un espacio en el cementerio. Sin embargo, debido a las presiones al final cedió. Incluso The New York Times recogió el momento. La alcaldesa Damiana era la sobrina del Quinientos Uno. Era la primera vez que un testigo directo de las ejecuciones asistía a una exhumación.
En Poyales se ha escrito una obra de teatro estrenada en Madrid y representada en varias ciudades del país titulada Soliloquio de Grillos, obra de Juan Copete y se rodó una película, La luna ciega, del director extremeño Pablo Nacarino.
El escritor inglés Giles Tremelet, corresponsal de The Guardian y The Economist, en un libro traducido a cinco idiomas, cuenta los acontecimientos de las tres mujeres de Poyales, y también escribió un capítulo entero en el libro Las fosas de Franco, de Emilio Silva
Hay un monolito, sito en la localidad de Candeleda, que recuerda a las tres mujeres asesinadas en diciembre de 1936, que fue profanado la misma noche de las elecciones municipales de España de 2011.
El nuevo alcalde del pueblo Antonio Cerro, también del PP, el 30 de julio de 2011 ordenó abrir el panteón, retirar los cuerpos que allí descansaban e inhumarlos de nuevo en la fosa común del propio cementerio situada a escasos cinco metros, sin el permiso ni la presencia de los descendientes y sin ninguna referencia a sus nombres o las fechas en que fueron asesinadas. Sin embargo, la versión del alcalde es distinta, él afirma que sí avisó y que lo hizo sin ninguna intención ofensiva.
Pueblo de Poyales del Hoyo
El conflicto durante los primeros días de agosto de 2011 entre los descendientes y distintos simpatizantes de los distintos bandos de la guerra civil ha sido foco de atención de los principales medios informativos del país.
En agricultura destaca por su producción de higos, de aceite d oliva y la apicultura, con un nuevo museo “Abejas del Valle” , una forma de mostrar la vida de las abejas que cuenta con grandes colmenas colgadas del techo.
Otros sitios de interés son sus talleres artesanos y el Museo del Juguete “Gigantea”. Tiene dos ríos, Arbillas y Muelas, siendo el primero el más caudaloso y frecuentado en verano.
Ángel Villazón Trabanco
Dr. Ingeniero Industrial
También Ana Mariscal rodó la película ‘el camino‘ en Poyales, novela de Miguel Delibes.