El Gobierno de Keir Starmer sigue en alerta ante la posibilidad de más disturbios fomentados por la extrema derecha y los troles rusos, pero cree que las medidas de las últimas horas mandan “un mensaje poderoso”
— Una ola de protestas antirracistas planta cara a la extrema derecha en Reino Unido
Una mujer sostiene una pancarta que dice «Racistas no bienvenidos» en una concentración en Birmingham este miércoles. Thomas Krych/Anadolu/Getty
El Diario.es
8 de agosto de 2024 21:55hActualizado el 09/08/2024 05:30h
Iglesias, mezquitas, tiendas y centros de acogida habían tapiado ventanas con tablones por toda Inglaterra. Estudiantes, académicos y tenderos con acento no británico o piel oscura compartían su nerviosismo. La policía antidisturbios estaba lista para intervenir por todo el país. Elon Musk, el propietario de X, y troles rusos que se hacían pasar por británicos hablaban de “guerra civil”. Pero el miércoles por la noche, las concentraciones multitudinarias por toda Inglaterra delante de centros de ayuda a refugiados y lugares de culto fueron las pacíficas contra el racismo y la xenofobia.
Miles de personas en Londres, Birmingham, Liverpool, Bristol, Brighton y Oxford aparecieron en los lugares donde grupos de extrema derecha habían convocado concentraciones con pancartas de “refugiados bienvenidos” y cánticos de “somos la mayoría”. “Al anochecer, había sobre todo contraprotestas con nada contra lo que protestar. En algunos casos había un ambiente casi de carnaval, con canciones, bailes y, en un caso, una banda de samba, y apenas rastro de la extrema derecha”, escribe en su crónica sobre la noche el diario The Guardian.
En Oxford, los que iban a protestar contra el centro de acogida en el centro de la ciudad o junto a la mezquita en el sur o no aparecieron o se desanimaron al ver a la policía y a los vecinos solidarios con minorías y personas de origen migrante, como muchas de las que participaban y residentes de la ciudad.