
“Me pegaron tanto que no podía ni caminar”: más de 160 sanitarios gazatíes detenidos en Israel denuncian torturas
Médicos gazatíes afirman haber sido sometidos a meses de abusos físicos por las fuerzas israelíes. La ONU pide la liberación de los que siguen detenidos
Médicos del hospital Europeo de Gaza operan a un niño sin apenas luz el pasado marzo. Getty Images/Doaa Albaz/Anadolu
elDiario.es
Annie Kelly, Hoda Osman y Farah Jallad
25 de febrero de 2025 22:29 h
La ONG palestina por el derecho a la salud Healthcare Workers Watch (HWW) ha confirmado el encarcelamiento de 162 trabajadores sanitarios gazatíes en centros de detención de Israel, de los cuales más de 20 son médicos. Entre ellos figuran algunos de los doctores con más experiencia de la Franja de Gaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su profunda preocupación por el bienestar y la seguridad de estas personas. Además de los prisioneros, siguen desaparecidos 24 miembros del personal sanitario gazatí a los que las fuerzas israelíes se llevaron de los hospitales de la Franja.
El director de HWW, Muath Alser, ha denunciado la vulneración del derecho internacional que supone la detención de un elevado número de médicos, enfermeros, paramédicos y otros profesionales sanitarios de Gaza, y dijo que negar la asistencia y el conocimiento de los médicos a la población civil representa una forma de agravar su sufrimiento. “Que Israel ataque de esta manera al personal sanitario está teniendo un efecto devastador en la asistencia sanitaria a los palestinos, provocando un sufrimiento enorme, un número incontable de muertes evitables y la desaparición efectiva de especialidades médicas enteras”, ha lamentado.
La OMS ha confirmado la detención de 297 trabajadores sanitarios de Gaza por parte del Ejército israelí desde el comienzo de la guerra en octubre de 2023, pero no tiene información actualizada sobre los que han sido liberados y los que siguen detenidos. Según HWW, la cifra total de trabajadores sanitarios gazatíes detenidos en los pasados 16 meses es ligeramente superior: 339 personas.
Tras recibir informes que denuncian los malos tratos y violencia cotidiana contra los trabajadores sanitarios en centros penitenciarios israelíes, la OMS comunicó que estaba “profundamente preocupada por el bienestar y seguridad de los trabajadores sanitarios palestinos detenidos por Israel”.
La detención de Hussam Abu Safiya, el doctor que dirigía el hospital gazatí Kamal Adwan, desató en diciembre la condena internacional. Su abogado ha dicho que recientemente obtuvo la autorización para visitarlo en la prisión de Ofer (en la Cisjordania ocupada), donde pudo comprobar que a Abu Safiya lo habían torturado y golpeado, y negado la asistencia médica.
El periódico The Guardian y la coalición de periodistas de investigación Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ) han escuchado los testimonios detallados de siete médicos veteranos que dijeron haber sido sacados de sus hospitales, ambulancias y puestos de control en la Franja, para su traslado ilegal a prisiones al otro lado de la frontera donde los israelíes los sometieron durante meses a torturas, inanición y palizas, entre otros tratos inhumanos, antes de dejarlos en libertad sin cargos.
Culatazos y ataques de perros
“Francamente, por mucho que cuente lo que viví durante mi detención, es solo una mínima parte de lo que verdaderamente ocurrió”, explica el doctor Mohammed Abu Selmia, director del hospital Al Shifa, liberado sin cargos tras siete meses detenido en prisiones israelíes. Había sido detenido en un punto de control cuando acompañaba un convoy de ambulancias después de que el Ejército israelí ordenase evacuar el centro en noviembre de 2023. “Cuando les di mi nombre […] me detuvieron inmediatamente […] Me pegaron con las culatas de los rifles y con sillas, y después me echaron arena por la cabeza y tierra en la boca […] Estaba en el suelo, de rodillas y con los ojos vendados mientras me pegaban, y después me metieron a mí y a muchos otros en un vehículo, amontonados […] Todo el mundo gritaba”, relata.
“Estoy hablando de palizas, de golpes con culatas de fusil y de ataques de perros; dentro de las celdas casi no había comida ni higiene personal: ni jabón; ni agua, ni retrete, ni papel higiénico… Allí vi a gente morir… Me pegaron tanto que no podía usar las piernas ni caminar; no pasaba un día sin que me torturasen”, afirma.
Issam Abu Ajwa, cirujano del hospital Al Ahli, en la Ciudad de Gaza, estaba realizando una operación cuando los soldados llegaron y, tras golpearle, se lo llevaron a una prisión israelí. “A veces me tiraban al suelo y, mientras uno me pegaba en la cabeza, otro me abría la oreja y vertía agua dentro”, relata este médico de 63 años. También recuerda que le decían que le iban a “cepillar los dientes”, procedimiento que consistía en que “tres o cuatro” carceleros le sujetasen la cabeza, con los ojos vendados, permanentemente esposado, mientras otro frotaba. Acabaron rompiéndole los dientes. “No tienen humanidad”, acusa.
El doctor Mahmud Abu Shehada, jefe de cirugía ortopédica del Hospital Nasser, fue detenido en el trabajo el 16 de febrero de 2024. “Nos apalizaron muy duramente desde el viernes por la tarde hasta las primeras horas de la mañana del sábado. Fue una noche brutal de agresiones y abusos. Hacía frío, pero nos desnudaron y nos mojaron con agua fría”, cuenta.
Shehada indica que las torturas fueron continuas en los tres centros de detención por los que pasó. En uno, en el desierto del Negev, vio que los presos tenían enfermedades de la piel, como sarna e infecciones purulentas que se contagiaron entre ellos. “La debilidad y la fatiga nos consumió hasta el punto de que muchos no podíamos tenernos en pie”, denuncia.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo a The Guardian que estaba profundamente preocupado por el bienestar del personal sanitario en prisiones de Israel y condenó que fuesen detenidos. La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) señaló que Israel debe liberar inmediatamente al personal sanitario retenido de manera arbitraria y “poner fin a todas las prácticas que equivalgan a desapariciones forzadas, torturas y otros malos tratos”.
La ACNUDH ya había considerado anteriormente “claro” que la detención de un número elevado de trabajadores médicos por parte del Ejército israelí había contribuido al colapso del sistema sanitario gazatí. “Los responsables de crímenes contra el derecho internacional deben rendir cuentas”, señaló el responsable de la ACNUDH para los Territorios Palestinos Ocupados, Ajith Sunghay.
De acuerdo con los Convenios de Ginebra, que regulan la salvaguarda de las víctimas en los conflictos armados, a los médicos hay que protegerlos. No se les puede atacar ni agredir durante los conflictos y se les tiene que permitir dar asistencia médica a quien la necesite. “Los trabajadores sanitarios, las instalaciones donde trabajan y los pacientes a los que atienden nunca deben ser el objetivo” de ataques, dijo Tedros, que añadió: “De hecho, según el derecho internacional humanitario, deben ser protegidos de manera activa”.
Iyad al-Rantisi, obstetra y ginecólogo asesor del hospital Kamal Adwan; y Adnan al Bursh, jefe del Departamento de Ortopedia del hospital Al Shifa, eran dos de los médicos con más experiencia de Gaza. Los dos murieron mientras estaban en manos de las fuerzas israelíes.
En otras ocasiones, Israel ha justificado sus operaciones militares contra el sistema sanitario gazatí argumentando que Hamás aprovecha los hospitales como centros de mando militar y que los trabajadores sanitarios detenidos eran sospechosos. El derecho internacional prevé la pérdida de protección para las instalaciones sanitarias, y su transformación en objetivos militares legítimos, cuando son utilizados en actos “perjudiciales para el enemigo”. Pero según Volker Türk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Israel no ha podido demostrar que esas acusaciones sean ciertas.
Israel minimiza los hechos
The Guardian preguntó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) por cada una de las denuncias de médicos gazatíes sobre el trato recibido durante su detención y respondieron que no daban detalles de casos particulares, y que estaban trabajando “para devolver la seguridad a los ciudadanos de Israel, traer a los rehenes de vuelta a casa y lograr los objetivos de la guerra operando de acuerdo con el derecho internacional”.
“Durante los combates en la Franja de Gaza han sido detenidos sospechosos de actividades terroristas”, dijeron en un comunicado las FDI. “Los sospechosos en cuestión han sido trasladados a Israel para su posterior detención e interrogatorio. Los que no están implicados en actividades terroristas son liberados y devueltos lo antes posible a la Franja de Gaza.”
Según las FDI, todos los detenidos reciben ropa adecuada y un colchón; les proporcionan comida y bebida de manera regular, y tienen acceso a atención médica. También dijeron que los esposaban de acuerdo con las políticas de las FDI, que estaban al tanto de incidentes que terminaron con la muerte de personas detenidas, y que cada una de esos fallecimientos estaba siendo investigado. “Las FDI actúan de acuerdo con el derecho israelí y el derecho internacional para proteger los derechos de los prisioneros en los centros de detención e interrogatorio”, dijeron.
Lo que cuentan los médicos es parecido a lo que otros palestinos relatan sobre su paso por centros israelíes de detención, con torturas y abusos sistemáticos. A principios de febrero, un soldado israelí fue condenado a siete meses de prisión por los malos tratos que propinaba a los detenidos. Es la primera condena de este tipo que se produce en Israel.