La lucha por la educación pública se rearma en Madrid: “Los recortes son inaguantables”

Más de 20 organizaciones se han unido para intentar revertir lo que entienden como un plan por parte del Gobierno regional para descapitalizar la educación pública en favor de la privada

Manifestación a favor de la educación pública en Madrid, a 23 de febrero de 2025 EFE/ Victor Lerena

elDiario.es

Guillermo Martínez

23 de febrero de 2025 12:46 h

— Ayuso culmina con la universidad cinco años de políticas contra la educación pública

Al grito de “calidad educativa o huelga indefinida”, miles de personas han exigido esta mañana por el centro de la capital mayor financiación para la educación pública madrileña. Convocada por más de 20 organizaciones entre las que se cuentan sindicatos, asambleas universitarias y diversos colectivos sociales, y organizada desde abajo y de manera horizontal, la manifestación ha contado con representantes y demandas concretas de todos los niveles educativos, desde los escolares de 0 a 3 años hasta los universitarios y FP, y partidos políticos. Según los convocantes, unas 120.000 personas habrían acudido a la marcha.

Apenas pasaban unos minutos de las 12:00 horas cuando la cabecera ha comenzado a dar sus primeros pasos. Tras la pancarta, que rezaba “Salvemos la educación pública. Su privatización, nuestra ruina”, miles de voces se desgañitaban en la confluencia de Atocha con el Paseo del Prado un alarde de fuerza en defensa de la educación pública en la Comunidad de Madrid como hacía años que no sucedía. “Salimos a las calles porque los recortes son inaguantables, la infrafinanciación y el maltrato que la Administración da a todos los niveles educativos”, ha exclamado Almudena Raboso, portavoz de la marcha e integrante del colectivo de docentes Menos Lectivas.

A lo largo de la marcha se han podido observar pegatinas con mensajes como “la universidad pública se hunde”, “una orientadora para 1000 alumnos, la UNESCO recomienda 250 alumnos”, “el colegio de tus hijos no tiene calefacción”, y otras que incidían en que sin profesionales como fisioterapeutas, educadoras infantiles e integradoras sociales “no hay educación de calidad”. Raboso ha explicado que la manifestación es fruto de una toma de conciencia: “Nos hemos dado cuenta de que esto es algo transversal a todo el sistema educativo público y responde a una especie de plan malvado por parte del Gobierno regional para destruir la educación pública”. Desde su punto de vista, algo similar sucede con el resto de servicios públicos, como la sanidad, o la situación de la vivienda en la región.

Pancarta en la manifestación a favor de la educación pública en Madrid, a 23 de febrero de 2025 Guillermo Martínez

Horas extra para atender a los estudiantes

Raboso es profesora en un instituto de Las Rozas y ha recalcado la falta de atención a la diversidad que sufre la Secundaria. Ella es tutora de 35 chavales, “con sus 35 familias, con sus 35 situaciones particulares y con sus 35 problemas”, ha descrito. Por eso, ha afirmado que no puede atender a todo su alumnado como se merece. “Nunca les podría escuchar con detenimiento si me ciño a mis horas lectivas, lo que se convierte en una infinidad de horas extra sin remunerar”, se queja.

Esta docente de Filosofía tiene 29 años y ha notado cierto relevo generacional, tanto en los centros de estudio como en los colectivos sociales que propugnan una mejor educación pública. “Huimos de la resignación porque queremos luchar y lo hacemos justo en un momento en que es muy palpable que no llegamos, que la educación pública la han pauperizado en base a intereses económicos”, ha añadido la portavoz de la manifestación.

Cartel en la protesta Guillermo Martínez

De hecho, durante la protesta se han escuchado algunos comentarios que remitían a los mejores momentos de la lucha popular en la calle por una educación pública de calidad que llevaban sin producirse más de una década. A lo largo de la manifestación se han coreado consignas como “viva la lucha de la estudiante obrera”, “gastos militares para escuelas y hospitales”, así como otros tantos dirigidos directamente contra la presidenta madrileña, como “Poca educación, Ayuso dimisión”, “Ayuso, escucha, la pública está en lucha” y “Ayuso payasa, paga tú las tasas”.

Una falta acuciante de profesionales

Unos metros antes de llegar a la plaza de Cibeles, Sara Gómez ha denunciado “cómo desde hace años se desvían fondos de la educación pública hacia la privada”. Ella es profesora en un instituto de Rivas Vaciamadrid y ha recalcado que muchos protocolos de actuación que la Consejería les obliga a realizar luego no dan la respuesta esperada en el día a día por la elevada ratio. “Tenemos que hacer de enfermeras, de psicólogas, de administrativas… Esto es insoportable”, ha dicho.

Ricardo Soria es profesor en un instituto de Alcalá de Henares y esta mañana también ha secundado la protesta: “En las clases la diversidad cada vez es mayor y necesitamos más psicoterapeutas y profesores en general”, ha defendido. Olga Gutiérrez durante décadas ha formado parte de un equipo de atención temprana en Madrid para acompañar a niños con necesidades educativas especiales. Ya jubilada ha incidido en que “la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento no construyen escuelas infantiles y lo único que hace es dar cheques a los padres para llevarlos a la privada”.

Cartel en la protesta Guillermo Martínez

Según el manifiesto defendido por los convocantes, “la falta de recursos, de plazas públicas, la segregación educativa y el empeoramiento generalizado de las condiciones laborales del profesorado y del personal no docente impide que la sociedad pueda disfrutar de la educación pública, universal y de calidad que se merece”.

Similar es lo que ha expresado Isabel Fernández, docente en un instituto de Vallecas, en la capital, que ha decidido acudir a la convocatoria con su hija: “Nosotros como padres pedimos una valoración para ella en primero de Primaria y llegó en cuarto curso porque hay un orientador para cinco colegios”, ha ilustrado. Por otro lado, ha defendido que “lo que no se gasta en formación se gastará más tarde en Policía y reformatorios, porque la educación no es un gasto, es una inversión”.

La educación pública que se cae a pedazos

Los convocantes también han resaltado lo que sucede en la FP madrileña. Más allá de la exclusión de unos 8.000 estudiantes que no han obtenido plaza en los centros de formación profesional públicos, un año más se enfrentan a la imposibilidad de culminar sus grados por la falta de prácticas en empresas. “Mientras que las tasas de matriculación no dejan de subir y nos quedamos sin becas y ayudas, las estudiantes tenemos que estudiar en barracones reconvertidos en centros públicos, en aulas con goteras y sin calefacción y en facultades en las que el techo se nos cae encima”, han denunciado desde la organización.

Cartel en la protesta Guillermo Martínez

Entre gritos a favor de una huelga educativa que paralice el sistema, Sara Martín ha afirmado que “la educación pública cada vez tiene menos recursos”. A sus 11 años conoce bien las consecuencias de esta financiación: “Con algo más de dinero podrían cambiar los pupitres o reparar paredes, porque están rotos”, ha añadido esta estudiante de quinto de Primaria.

Acciones más contundentes en el futuro

Los responsables de la situación actual de la educación pública madrileña no es únicamente el Gobierno regional, a ojos de los convocantes. También es cómplice el Gobierno Central, que lejos de proteger los servicios públicos apuntala leyes, políticas de financiación y convenios nacionales y autonómicos serviles a un proyecto neoliberal que mercantiliza la vida y el futuro de todas“, han recogido en su comunicado.

En torno a las 14.00 horas, la cabecera ha enfilado los primeros metros de la Puerta del Sol tras haber superado el cordón policial que protegía el Ministerio de Educación y la Consejería de Educación, Ciencias y Universidades de la Comunidad de Madrid en la calle Alcalá. Allí, de nuevo cánticos como “educación pública y de calidad” y “la profe luchando también está enseñando” se han hecho fuertes ante la mirada curiosa de vecinos y turistas.

Ayuso culmina con la universidad cinco años de políticas contra la educación pública

 

Cartel en la protesta Guillermo Martínez

En el kilómetro 0 madrileño ha terminado esta protesta que ha servido como primera toma de contacto callejera que ha contado con la participación de más de 200 asambleas de centro autoorganizadas y multitud de familias que han decidido hacer partícipes a los más pequeños de la lucha por su futuro. “Si la Consejería de Educación no atiende nuestras demandas, seguiremos adelante con acciones más grandes, incluso con huelgas más contundentes como las que hemos realizado hasta ahora”, ha finalizado Raboso, la integrante de Menos Lectivas y portavoz de esta manifestación.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *