La aventura de los primeros humanos III – Los utensilios que nos ayudaron a evolucionar

Se utilizaban utensilios de piedra que se fabricaban mediante técnicas de talla, como era la percusión, y gracias a esta técnica se podía dar forma a las herramientas líticas. En el paleolítico superior se llega a tallar la piedra no sólo por percusión, sino también por presión, consiguiendo un mayor control sobre el resultado.

Hombres prehistóricos fabricando herramientas de piedra.

Obtenían filos cortantes o bien, esquirlas afiladas llamadas lascas, como los cantos tallados, los bifaces o hachas de mano, las puntas de lanza de piedra. etc.

El hombre del paleolítico utilizaba la técnica de tallado y usaba la piedra para construir instrumentos para la caza, utilizando tipos de piedras como el sílex, el pedernal y la obsidiana.

Utilizaban diversos utensilios fabricados con huesos como las puntas de lanza, los punzones, los arpones para pescar, agujas de coser, y los anzuelos, entre otros.

Los orígenes de esta tecnología se encuentran en las piedras talladas, que a lo largo de miles de años han acompañado a varias especies de homínidos en su recorrido evolutivo. La piedra tallada consiste en chocar una piedra contra otra de manera que se fragmente una de ellas y se obtienen una pieza menos pesada y un filo más o menos cortante.

Hasta hace unos años se asumía que estas piezas solo estaban relacionadas con el género Homo y más concretamente, con la especie Homo habilis, pero las excavaciones y estudios actuales plantean una discusión que se está nutriendo poco a poco con los hallazgos realizados en algunos yacimientos de Kenia o Etiopía, y no está claro si son un rasgo específico de una sola especie, pues son varias las candidatas a haber dejado rastro de una transformación de la materia prima.

los primeros humanos usaron herramientas para romper huesos y consumir la médula ósea

Equipos de investigadores han publicado un estudio sobre el uso de las herramientas de corte usadas por los humanos que vivieron en el yacimiento achelense de Revadim, en Israel, hace medio millón de años y los resultados han puesto de manifiesto que estos antiguos pobladores se comían hasta el tuétano de los huesos.

Aplicando métodos de investigación muy avanzados, los especialistas examinaron los rastros de uso y desgaste en más de cincuenta herramientas de corte, así como los residuos orgánicos que conservaban algunas de ellas. 

También fabricaron réplicas de este tipo de artefactos, con métodos de arqueología experimental, y concluyeron que las herramientas de esta clase, que se encuentran en numerosos yacimientos de África, Europa y Asia, fueron empleadas por los humanos prehistóricos en Revadim, para romper con cuidado los huesos abiertos de animales de tamaño mediano, como gamos, gacelas y otros, para extraer y consumir la médula ósea, un alimento muy nutritivo y rico en calorías. 

«Durante años hemos estado estudiando herramientas de piedra de yacimientos prehistóricos en Israel con el fin de comprender sus funciones y una fuente importante de herramientas es Revadim, un yacimiento al aire libre, que se remonta a hace 500.000-300.000 años y rico en hallazgos notablemente bien conservados. A lo largo de los años hemos descubierto que Revadim era un yacimiento muy favorecido, habitado una y otra vez por humanos, muy probablemente de la especie tardía Homo erectus. En el sitio se encontraron muchos tipos de animales de caza, incluidos elefantes, ganado, ciervos, gacelas y otros», explica Ran Barkai, investigador de la Universidad de Tel Aviv.

Revadim era un yacimiento muy favorecido, habitado una y otra vez por humanos, muy probablemente de la especie tardía Homo erectus. En el sitio se encontraron muchos tipos de animales de caza, explica Ran Barkai.

Los arqueólogos creen que los habitantes prehistóricos de Revadim desarrollaron un eficaz conjunto de herramientas multiuso. Se centraron en herramientas de corte, como guijarros de pedernal con un borde afilado. Probablemente «la herramienta para cortar se inventó en África hace unos 2,6 millones de años y luego migró con los humanos adonde quiera que éstos fueran durante los siguientes dos millones de años. 

Se han localizado grandes cantidades de estas herramientas en casi todos los yacimientos prehistóricos del mundo, en África, Europa, Oriente Medio e incluso China, lo que evidencia su gran importancia.

En el laboratorio se analizó una muestra de más de cincuenta herramientas procedentes de Revadim, con la intención de encontrar pruebas de uso y residuos orgánicos. 

Los científicos descubrieron que muchos ejemplares exhibían daños sustanciales en los bordes como resultado de cortar materiales duros, y algunos también mostraban residuos de huesos de animales conservados durante casi medio millón de años.

Los investigadores recogieron guijarros de pedernal en las cercanías de Revadim, fabricaron réplicas de herramientas de corte prehistóricas y las usaron para romper huesos de animales de tamaño mediano. Las comparaciones entre los rastros de uso-desgaste y los residuos orgánicos en las herramientas replicadas y los de los originales prehistóricos respaldaron significativamente las conclusiones del estudio.

Los primeros humanos partieron los huesos de los animales en dos para extraer la médula ósea, lo que requiere gran habilidad y precisión, porque romper el hueso puede dañar la médula. 

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