
Sotol, destilado de los tarahumaras que no procede del agave
El sotol es un destilado de la planta de sotol, cereque o sereque, que crece en el desierto del norte de México. La planta y el destilado son originarios de los desiertos de Sonora y de Chiuaua. La bebida evolucionó a partir de otras bebidas de la misma planta que cultivaron los apaches.
Desde el año 2008 cuenta con denominación de origen y solo puede ser producido en los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango. Su sabor es parecido al del tequila, pero más fuerte a pesar de su textura muy suave.
Es un destilado fuerte y de sabor ahumado y los indígenas autóctonos del norte de México, tarahumaras y anazasis, desde hace 800 años lo han elaborado para realizar ceremonias religiosas y como remedio medicinal. Es tradicional en los desiertos de Chihuahua, Coahuila y Durango y tiene Denominación de Origen, y es una especie de maguey endémica de la región y es la base para preparar la bebida típica y tradicional del norte del país: el sotol.
Aunque se le compara con el mezcal porque su proceso de obtención es similar. El sotol proviene de un grupo de plantas diferente. El proceso para la elaborar el sotol es tradicional y consiste en recolectar y deshojar las plantas, excavar y preparar el horno; cocinar las cabezas, macerarlas y fermentarlas; destilar el producto hasta en dos ocasiones hasta dejarlo listo para su consumo.
Los indígenas autóctonos del norte de México, tarahumaras y anazasis, desde hace 800 años, lo han elaborado para realizar ceremonias religiosas y como remedio medicinal, pues resulta vigorizante, sirve para controlar la diabetes, alivia el estómago y es digestivo.
La mística frente al sotol hace que el primer trago sea como un despertar de los sentidos y a la conciencia. Es una bebida de fuerte, su gradación va de 38 a 45 por ciento de alcohol, tiene un sabor ahumado que recuerda leña y tierra, por lo que suele disfrutarse en “las rocas”.
Obtuvo Denominación de Origen en 2002. Existen cuatro variedades de sotol: sotol blanco, el joven, el reposado y extra añejo.
Pox, la bebida que alegra el corazón.
El pox es un destilado de maíz criollo, endémico de Choapas, caña de azúcar y trigo. Históricamente era un destilado de la panela sobre viejos alambiques caseros y en su mayoría, procede de San Cristóbal de las Casas y de San Juan Chamula, Los Altos de Chiapas. Hoy su producción se ha extendido por toda la zona.
Para los antiguos mayas era medicina para el alma, utilizada en oraciones y ceremonias de curación, así como rituales de fraternidad entre comunidades. Este aguardiente conecta el mundo material con el espiritual, aleja demonios y cura las enfermedades del alma y del cuerpo.
Es preparado por comunidades que descienden de los mayas, en la zona de los Altos de Chiapas, es un destilado artesanal cuyos ingredientes incluyen agua de manantial, caña de azúcar, maíz, piloncillo y salvado de trigo, al cual es costumbre incorporar infusiones de hierbas, como hierbabuena, té de limón, romero, y laurel, por ejemplo, o maceraciones de frutas de temporada como tejocotes, nanche, durazno, zarzamora, ó membrillo.
Es limpio y cristalino, de movimiento sedoso y contiene hierbas o frutas que cambia el color, el aspecto y el olor, según la materia empleada. Su intensidad alcohólica no es fuerte, lo que le permite consumirse solo o como base en coctelería.
Por su valor histórico, religioso y cultural es una muestra más de la riqueza de bebidas mexicanas.
Cura y alegra al corazón.
México ofrece para su preparación más de 54 millones de toneladas de caña de azúcar y una excelente producción de hierbas aromáticas y todas las frutas de temporada