Pregón de las fiestas de San Sebastián – Poyales del Hoyo

Hoyancos, paisanos.

Viva San Sebastián bendito (tres veces)

Es un honor y un privilegio dirigirme a todos vosotros como pregonero de esta fiesta en loor a San Sebastián nuestro patrón a instancias del excelentísimo ayuntamiento regido por su atenta alcaldesa Dña. Julita Martín Fernández y su equipo de  concejales. Enhorabuena.

También quiero felicitar a los mayordomos del Santo y a su mayordomo mayor Don Constantino González.

Redactando estas líneas me han llegado recuerdos perfumados de mi niñez: La casa familiar y acogedora con lumbre baja, chorizos y morcillas colgadas en los cuartones del techo para su curación… las llares, la trébedes, el calderillo…

Recuerdo con cariño a la “tía Pastrana” Doña Francisca que creó, creo la primera guardería de España donde nos enseñaba las letras, la eme con la e me…

Después la escuela: Más de cien niños con un solo maestro, Don Ramiro. Las niñas separadas en otra escuela.  Lo de la separación por sexos nos parecía algo normal.

Por entonces colaboré con el párroco Don Marcos como monaguillo. Los domingos tenía que madrugar mucho para tocar las campanas para llamar a los fieles a la misa matutina, pues la recogida de los frutos también era de obligado cumplimiento aunque fuera festivo, había que comer.

Ya más cercano en el tiempo me llega la asociación “El Moral” que reivindica el tan necesario “Proindiviso” para Poyales desde el río Arbillas al río Muelas. A todos los vecinos les dediqué una arenga inflamada a la que Don Federico Martín Nebras, montaña de extensa cultura, admirado por todos, valedor de nuestro pueblo, promotor de dicha asociación, mandó hacer copias. Seguramente algunos de ustedes la leyeron, no obstante, la voy a declamar para conocimiento de todos.

Dice así:

Si dibujas el camino

de Arenas a Candeleda

verás de luto a los pinos

ha muerto la hierba buena.

Que aquí columpia Poyales

lágrimas con penas negras,

han partido sus ijares

con frenos la desvergüenza.

¡Qué de rabia contenida!

¡Qué lamentos de impotencia!

¿Cómo puede la desidia

hacer tamaña vileza?

¿Cómo puede haber justicia

negando tierras y hacienda

a pueblo de tal valía?

Gentes nacidas en Poyales,

orgullosa de sus tejas,

ante Sebastián jurad,

Santo que vive en las eras

que Poyales no se rinde

y abrirá todas las puertas,

las del jefe del gobierno

o al jefe de la realeza.

Intenté animar corazones hoyancos.

Poyales, dulce olor a aceite, aroma a sabrosos higos, a romero, a tomillo y a cantueso.

El Poyales de hijos ilustres:

Grandes emprendedores, creadores de prósperas empresas, otros destacando en estamentos públicos.

El orgullo me crece al traer a mi mente al gran elenco de cerebros aquí nacidos.

Recordaré solo dos ejemplos, dos Gerardos.

Uno creador del “museo de las abejas”. Esta iniciativa atrae a muchas gentes y sigue paseando el nombre de Poyales del Hoyo por toda Europa.

El otro, Don Gerardo Pérez, adalid en nuevos métodos de enseñanza, creador de los primeros colegios bilingües con profesores nativos, los tan nombrados St. Michael School. Muchos de sus primeros alumnos ya ocupan puestos de máxima responsabilidad en empresas punteras de este país.

He vivido dos mundos, el laboral en hostelería como ventero, oficio muy antiguo. Recordad que un ventero armó caballero a Don Quijote. Este oficio no ha variado en siglos.

Mi otra vena ha sido el verso, la poesía.  Hubo juglares, rapsodas, trovadores, grandes vates y bardos que recitaban las gestas de grandes héroes en plazas públicas o invitados por nobles para su contento.  Así la poesía fue primero, muy anterior a la novela.

Voy a compartir con vosotros estas rimas dedicadas a nuestro muy amado Poyales.

POYALES, podios triunfales,

pedestales de valientes,

también piedras caballeras

o descanso de sus gentes.

 

Aldeanueva de los Poyales

por saliente Las Costeras,

más al sur los castañares

enclavada en la ladera,

al este Mora Encantada,

los Regajos y olivares

cual corona desatada,

 

Mucha historia nos contempla,

donde los reyes Católicos

te dieron nombre y reseña,

no te quisieron acólito

de Arenas ni Candeleda.

 

Poyales cuna de miel

porque es siembra en cada esquina

ya pronto al amanecer

apartando la neblina

el sol donando placer

a las abejas anima

a libar en este edén.

 

Las higueras, sus manjares

ofrecen doble cosecha,

son los higos celestiales,

primero ofrecen las brevas

para deleites cabales

de bocas hechas de fresa

y exquisitos paladares.

 

Miles de olivos les mana

aceite virgen gozosa,

desde la altura galana

en las noches primorosas

oteando entre sus ramas

al tren lombriz luminosa.

observan en la distancia.

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Y para poner broche a este pregón dedico este cantar a nuestro amado mártir San Sebastián:

 

Fuiste en la Roma imperial

soldado bravo y valiente,

ascendiste a capitán

amado San Sebastián,

ejemplo de muchas gentes.

 

Tu proceder, tan cristiano,

de la guardia centurión

se extendió entre tus soldados,

más el cruel Diocleciano

a muerte te condenó.

 

Irene, cristiana viuda

las heridas te curó.

Bebido en Santa Locura

al emperador asustas

pues ya muerto te creyó.

 

Se enfurece Diocleciano

le reprochas muy valiente

sus desmanes a cristianos,

en la fe nuestros hermanos

y se asegura tu muerte.

 

Bendito San Sebastián

los hoyancos celebramos

tu belleza y tu bondad,

tu grandeza y dignidad,

por esto tanto te amamos.

 

Aquí os digo paisanos, feliz fiesta de San Sebastián. Hasta siempre.

 

Emilio Pérez El Ventero.

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