De Gianni Rodari
RADIO ARTE.
Escuela Municipal de Música Eusebio Rubalcaba de Talavera
Este cuento de Gianni Rodari,” La guerra de las campanas”, ha sido adaptado musicalmente por el grupo RADIOARTE para Mayores de la Escuela Municipal de Música de Talavera, sin ningún instrumento musical, pues todos los sonidos están hechos con cacharros, desde hojas de papel, latón, papel de aluminio, un peine y maderas.
La profesora de este grupo ha escogido este cuento por el momento que estamos viviendo con la guerra de Ucrania. El cuento de Rodari es un autentico canto a la paz y una protesta clara contra la GUERRA, un alegato en favor de la convivencia. El cuento nos narra la historia de una guerra larga y de cómo termina, que en síntesis es la siguiente:
“Rodari como escritor para niños nos narra el cuento de una forma infantil del deseo y ansias de los soldados de que finalizara una guerra larga. El final de la contienda se escenifica como una guerra de campanas, convertidas en bronce, para hacer un gran cañón que al disparar lanza al vuelo las campanas de todo el país. Idea que también ha tenido la parte enemiga.
Los dos bandos con sus respectivos cañones lanzan un disparo y se ponen en marcha las campanas, a lo que responde el enemigo con la misma estrategia, y al final alegría, mucha alegría, pues ha estallado la Paz”
Una vez oído el cuento pensamos que sería buena su propuesta de trabajo y nos pusimos de acuerdo para llevarla a efecto. Todas las propuestas de trabajos que han sido realizado han sido consensuadas.
Todos los sonidos han sido grabados, acoplado el texto con las voces y algunos silbidos, y todo editado en el ordenador, trabajo que generalmente realizaba nuestra profesora Ruth, a la que ha llevado muchas horas muchas horas de tiempo, y después de tres meses vio la luz terminado.
El trabajo fue realizado por satisfacción personal, por los siguientes alumnos del Centro: Carmen, Margarita, Teresa, Soledad y Félix, y dirigido por la profesora Ruth Abellan, como un trabajo más dentro del grupo RADIOARTE.
Este trabajo será presentado en las radios locales y colegios municipales.
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Cuento-Narrativa
“La guerra de las campanas”
Erase una vez una guerra, una guerra grande y terrible que hacia morir a los soldados de uno y otro bando. Nosotros estábamos en este bando y nuestros enemigos estaban en el otro, y nos disparábamos mutuamente noche y día pero la guerra era tan larga que llego un momento en que ya no bronce para los cañones; no había hierro para las bayonetas, etc.
Nuestro comandante, el Extrageneral Bombón Tirón Pisaruidón ordenó echar abajo las todas las campanas de los campanarios y fundirlas todas juntas para hacer un grandísimo cañón: uno solo, pero lo suficientemente grande como para ganar la guerra de un solo disparo.
Para levantar aquel cañón fueron necesarias cien mil grúas, para transportarlo al frente se necesitaron noventa y siete trenes. El Extrageneral se frotaba las manos de contento y decía:
-Cuando dispare mi cañón, los enemigos huirán a la luna.
Llegó el momento. El supercañón fue apuntado contra los enemigos. Nosotros nos habíamos tapado lo sonidos con algodón, porque el estallido podía romper los tímpanos y las trompas de Eustaquio.
-El Extrageneral Bombón Tiron Pisarruidon ordenó:
-Fuego.
El artillero pulso un mando. Y de improviso desde un extremo desde un extremo hasta otro del frente se oyó un gigantesco repique de campanas.
-¡Din¡ ¡Don¡ ¡Dun¡.
Nosotros nos quitamos el algodón de los oídos para oír mejor.
-¡Din¡, ¡Don¡, ¡Dun¡
Y el eco, con cien mil voces, resonaba por montes y valles:
-¡Din¡, ¡Don¡, ¡Dun¡
-¡Fuego, grito el Extrageneral¡, por segunda vez:
-¡Fuego, corcholis¡.
El artillero pulso el mando nuevamente y otro concierto de campanas se difundió de trinchera a trinchera. Parecía como si tocaran a la vez todas las campanas de nuestra patria. El Extrageneral se arrancaba los cabellos de rabia y continuó arrancándoselos hasta que solo le quedo uno.
Luego hubo un momento de silencio. Y entonces desde el otro frente como si fuera una señal, respondió un alegre y ensordecedor:
-¡Din¡,¡Don¡,¡Dun¡.
Porque deberías saber que el comandante de los enemigos el Muertiscal Von Bombonen Tironen Pisa Ruydonsson también había tenido la idea de fabricar un supercañón con la campanas de su país.
-¡Din¡, ¡Dan¡, tronaba ahora nuestro cañón.
-¡Don¡, respondía el de los enemigos.
Y los soldados de los dos ejércitos saltaban de las trincheras y corrían los unos hacia los otros bailando y gritando.
-¡Las campanas, las campanas¡.¡ Es fiesta¡. ¡Ha estallado la paz¡
El Extrageneral y el Muertiscal, subieron a sus coches y se fueron corriendo, y aunque gastaron toda la gasolina, el son de las campanas todavía les perseguía.
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El audio de este Cuento, contado por sus protagonistas de RADIO ARTE, de la Escuela Municipal de Música Eusebio Rubalcaba de Talavera
Ángel Villazón Trabanco
Dr. Ingeniero Industrial, escritor y periodista cultural.
Página web: www.angelvillazon.com