Publica «Ventanas Abiertas»
Es lunes y son las siete de la mañana. Me dirijo en metro a mi trabajo en el centro de Madrid. Miro, somnolienta, a mi alrededor. Me viene a la cabeza, por la variedad de razas y lenguas que percibo, una imagen del metro de Londres de hace más de cuarenta años.
Me entretengo intentando recordar cuándo empezó el cambio de esta sociedad uniforme, de piel blanca en su mayoría, heredera de quienes han puesto su pie, a lo largo de los siglos, en esta península: romanos, godos, árabes, judíos, lo que testimonia la diversidad de apellidos.
Repaso, mentalmente, los modos de adquisición del territorio, que estudié en Derecho Internacional Público, como la conquista, con la consecuente imposición, por la fuerza, de normas, usos y costumbres en el territorio conquistado.
Pienso, también, en lo ocurrido cuando quienes se desplazan, voluntaria o forzosamente por las circunstancias desfavorables del país en que nacieron, intentan imponer su acervo en el país que les ha acogido, sin intención para integrarse ni facilidades para ello, como en los banlieues de París.
E intento sentirme una con el todo que me rodea, conectando con lo que es común, y valorando la riqueza de las diferencias, de cuya suma somos producto, por un imparable proceso evolutivo de mestizaje.
Mª del Rosario Rodero Salamanca
Fundadora y patrona de la Fundación democraciActiva