
El papa Francisco con los reyes belgas durante su visita a Bruselas en septiembre pasadoOLIVIER HOSLET / POOL (EFE)
El Pais
Un grupo de víctimas de pederastia de la Iglesia católica belga ha demandado al Estado de Bélgica, después de que la justicia decidiera archivar una investigación abierta hace 15 años, la denominada Operación Cáliz, sobre abusos sexuales a menores por parte de religiosos y los intentos de diversos responsables eclesiásticos de silenciarlos. La ley estipula que “las víctimas deben ser tratadas de forma correcta y concienzuda”, ha explicado el abogado de los demandantes, Water Van Steenbrugge, al diario.