Irán – Nueva Revolución

ENTREVISTA A NAZANÍN ARMANIAN

“En Irán hay una revolución espontánea protagonizada por las mujeres”

«El final del fascismo islámico se llama Mahsa Amini», afirma en esta entrevista la escritora iraní.

Nueva Tribuna

7 DE FEBRERO DE 2023, 19:53

Entrevista a Nazanín Armanian | 
Por Carmen Barrios Corredera. Escritora y fotoperiodista (@cbcvioleta) |

«El final del fascismo islámico se llama Mahsa Amini»Nazanín Armanian fue profesora de relaciones internacionales en la UNED y en la Universidad de Barcelona, escritora con perspectiva de género sobre las mujeres en el mundo islámico y articulista

En la actualidad podemos leer cada semana un imprescindible artículo suyo en el diario Público. Su profunda formación marxista y feminista le permite analizar de forma diferenciada la realidad política de las relaciones internacionales. Su delicada mirada de mujer persa, heredera de una tradición cultural de muy largo alcance, y su firmeza crítica en el discurso y el análisis político, son dos cualidades que la convierten en una voz necesaria para entender el mundo actual.

C.B.C.- ¿Quién es Nazanín Armanian? ¿Cómo te definirías a ti misma?

N.A.- Una “Bolchevique” desde los 15 años. No conozco otra vida, otra Nazanín que no sea ésta.

C.B.C.- Llegaste a España en 1983 procedente de Irán, ¿qué supuso la llegada de Jomeini al poder para ti?

Falleció mi padre de cáncer, no pude cuidar de él y ni siquiera conozco su tumba

N.A.- Destrozó mi vida y la de todos los iraníes: cientos de miles encarcelados, desde entonces, decenas de miles ejecutados, tras recibir durísimas torturas. Una guerra devastadora y sin sentido de 8 años con Irak, que dejó un millón de muertos en ambos lados. Millones de familias desintegradas, incluida la mía, que nos esparcimos por el mundo. Falleció mi padre de cáncer, no pude cuidar de él y ni siquiera conozco su tumba. Al menos 8 millones de iraníes han tenido que huir del país, tras la instalación del fascismo islámico, en el único éxodo en la larga historia de esta nación.

C.B.C.- ¿Cuáles fueron las razones por las que saliste de tu país?

N.A.- Por mis actividades en el Partido Comunista Tudeh: hicimos todo lo posible para levantar un Irán democrático y justo, pero no pudimos: fuimos derrotados (¡provisionalmente!) por el imperialismo y su aliada la extrema derecha islámica.

C.B.C.- ¿Cómo es posible que se instalara un sistema de terror teocrático así en Irán, abortando una revolución laica por la justicia social que estaba en marcha?, ¿cómo lo analizas tú?

N.A.- En un país tan estratégico como Irán, siendo la primera reserva mundial del gas y frontera con la Unión Soviética, EEUU no iba a permitir un Irán revolucionario. Abortó la revolución llegando a un acuerdo con el clérigo de extrema derecha chiita, Ruhollá Jomeini, para plantarlo en Irán, después de tres meses de una intensa propaganda en Francia para darle a conocer. Luego los cazas franceses, país perteneciente a la OTAN, le escoltó hasta Teherán. El mismo año, en otros dos países vecinos de la URSS, Afganistán y Polonia, la extrema derecha patrocinada por EEUU asaltó sus Estados socialistas.

C.B.C.- Desde que los Ayatolás ocuparon el poder, ¿cómo ha ido cambiando la vida en Irán? ¿Qué tipo de hegemonía cultural han instalado en el país los mulá? ¿Tiene algo que ver con la cultura iraní?

N.A.- Jomeini pensaba que Dios le había dado la misión de instaurar en Irán un gobierno a semejanza del que dirigió Mahoma en el Siglo VII para las tribus árabes. Intentó desiranizar la cultura para reislamizar-rearabizarla. Empezó por la vestimenta de los ciudadanos, y siguió con prohibir las fiestas milenarias como el Nouruz, el equinoccio de primavera, siendo el inicio del año nuevo del país desde hace 5.000 años, y la de saltar sobre el fuego (la de San Juan en España, que es de origen persa, por ejemplo). Fue prohibida toda clase de festejo, alegría, celebraciones con el cántico y baile, imponiéndose la celebración de la muerte de los santos islámico-árabes. Han llegado hasta atentar contra la herencia arqueológica iraní preislámica, nombres persas, las lenguas iraníes (persa, kurda, baluch, etc.).

C.B.C.- ¿Qué sucedió con las mujeres, cómo han afectado estos cambios a sus vidas? ¿Qué significa el velo para las mujeres?

El velo es el símbolo del fascismo islámico que encubre el estatus de subgénero de la mujer

N.A.- El velo (que no es el “pañuelo”) es el símbolo del fascismo islámico, que encubre el estatus de subgénero de la mujer, que la convierte en una deficiente mental que necesita de un tutor varón. El régimen estableció la edad nupcial en 8 años; el divorcio unilateral del marido; invalidó el testimonio de la mujer, así como su derecho a tener la custodia de los hijos; prohibió que pudiera salir de casa, estudiar, trabajar, viajar cuando quiera… Sin el velo, no puedes llevar a tu hijo a urgencias, comprar pan, estudiar, etcétera. Aparecer en público sin esta prenda supone 10 meses de cárcel + 74 latigazos + posible violación en la cárcel e incluso morir bajo la tortura. Por poner solo un ejemplo, la abogara Nasrin Sotudeh, está condenada a 34 años de cárcel y 130 latigazos por defender a una joven que se arrancó el velo en la calle.

 

 

 

A la derecha no le gustan las mujeres

C.B.C.- Continuamente te refieres a la teocracia iraní como un régimen de corte fascista, ¿ves similitudes, por ejemplo, con la dictadura franquista? Lo digo, además, por el tipo de represión, como se aplica en especial sobre las mujeres, que son más de la mitad de la población y por la alianza entre Iglesia y Estado.

N.A.- Es inquietante su parecido a los fascismos clásicos europeos:

 Prohibió a todos los partidos políticos, sindicatos, organizaciones feministas, estudiantiles, intelectuales, etc., arrasando así las libertades políticas y sociales, arrebatando al pueblo la única herramienta con la que podrían luchar: la organización.

– Uniformó a los ciudadanos: impuso a las mujeres el velo y la gabardina y a los hombres camisa con pantalón y barba, prohibiendo la corbata.

– Militarizó la sociedad con numerosos cuerpos militares y paramilitares de corte Faccioso, camisas pardas, Ku Klux Klan, y empezó a expandir su fuero más allá de las fronteras del país (Siria, Irak, Palestina, Yemen, Afganistán, Líbano…).

– El Estado centralista enemigo del federalismo, en un Irán con al menos 12 nacionalidades.

– Ser igual de anticomunista que antiliberal.

– Promover el partido único (Hezbolá, Partido de Dios, que es el único partido nombrado en el Corán), dando lugar al pensamiento único y homogéneo. Pensar y tener ideas distintas conduce al paredón.

– Recurrir a las emociones y la exaltación de la fe, que no a la razón y la racionalidad.

 

 

 

Virgen antes del matrimonio, sumisa en la relación íntima y madre abnegada

Ser misóginos también es un rasgo de los fascismos: quieren a las mujeres solo para el sexo, procrear, limpiar y cocinar, y convertirlas en la parte esencial de “las masas”.

Sin embargo, las mujeres iraníes tienen una gran resistencia, fueron ellas las primeras en manifestarse contra el jomeinismo el 8 de marzo de 1979, y ahora han sido también ellas las que anuncian su final. El final del fascismo islámico se llama Mahsa Amini.

C.B.C.- En un artículo tuyo titulado “Irán: cuando las infrahumanas ponen en jaque a los mismísimos enviados de Dios” analizas lo que está sucediendo en Irán tras el asesinato de Mahsa Amini, y afirmas que “tal como decía Marx los cambios cuantitativos evolucionan, forzando transformaciones cualitativas”, ¿cuál es tu análisis a este respecto, teniendo en cuenta también el malestar social por la situación de crisis económica perpetua de una gran mayoría de la población? ¿Por qué crees que esto puede tumbar el régimen?

N.A.- La suma de la grave crisis económica, la destrucción del tejido industrial del país en beneficio de la burguesía comercial, las privatizaciones masivas -dejando sin trabajo a millones de personas- y sin crear nuevos puestos para los millones de jóvenes con titulaciones universitarias, junto con la falta de perspectiva de la firma del acuerdo nuclear que podría haber atraído ciertas inversiones hacia Irán, hacen reales el dicho de “los de arriba ya no pueden gobernar como antes, y los de abajo tampoco quieren ser gobernados como antes” y este es, decía Lenin, el momento de la revolución.  

C.B.C.- ¿Cuáles son los rasgos principales de esta nueva rebelión popular a la que estamos asistiendo en directo y en qué se diferencia de las anteriores? 

La iraní es la primera revolución laica que se da en un país musulmán y además protagonizada por las mujeres

N.A.- El asesinato de Mahsa Amini, una joven que no era activista política, incendió una sociedad cargada de ira acumulada, pero que, sin embargo, había llegado a aceptar que “quien cruza las líneas rojas (que en Irán son infinitas), sabe lo que le espera”. Pero Masha Amini no había hecho nada, y fue violentada y asesinada. De repente, la gente se dio cuenta que hay instalada una violencia como estrategia. Una violencia gratuita y brutal contra los ciudadanos y las ciudadanas por parte del poder. Esto ha provocado una revolución espontánea y sin liderazgo, en la que están participando todos los sectores de la sociedad, especialmente las minorías étnicas y las mujeres. Hay que señalar, que es la primera revolución laica que se da en un país “musulmán”, en Asia. Y, además, conviene remarcarlo, protagonizada por las mujeres.

C.B.C.- ¿Crees que se le está prestando la atención mediática necesaria?

N.A.- ¡NO! Como es EEUU quien traza las líneas de la política exterior de los países europeos, y Washington no está para asimilar el fin de la teocracia islamista de Irán, los medios creen que al ignorar lo que sucede en Irán, harán que frene. 

C.B.C.- ¿Cómo se ve desde España y desde las izquierdas españolas lo que sucede en Irán? ¿Se comprende bien el tipo de régimen que es?

N.A.- Un importante sector de las fuerzas progresistas ha tenido, incomprensiblemente, muy buena relación con el fascismo islámico, pensando que eran antimperialistas. Pero, aunque fuese así -que en absoluto lo es- esto no justifica su silencio ante los crímenes del primer Estado del mundo en número de ejecuciones, incluso de menores. Tampoco justifica el saqueo de los inmensos recursos del país y llevar a la mayoría de la población -hablamos de un 70%- al umbral de la pobreza, colaborar con EEUU en sus invasiones a Irak y Afganistán, etc. Parece que hay señales de corregir esta postura, aunque requiere una buena dosis de valentía para hacer una autocrítica seria.

C.B.C.- Desde tu ojo de analista, ¿qué posibles escenarios se dibujan? ¿Cómo afectaría la caída del régimen de los ayatolás al tablero geopolítico?

N.A.- La Revolución carece de liderazgo, ya que el régimen ha eliminado duramente a los líderes y organizaciones progresistas (cerca de 40 miembros de la dirección del Partido Comunista Tudeh fueron ejecutados). EEUU hará todo lo posible para impedir un Estado democrático en Irán, manteniendo el sistema, sea llevando al poder a un militar, a Reza Pahlavi, o imponiendo una guerra. La guerra de Ucrania empeora esta perspectiva: las fuerzas más belicistas hoy han tomado el protagonismo en el escenario mundial.

 

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