Se mueven con su ganado desde las orillas del Golfo Pérsico, en invierno, hasta el clima fresco de las montañas de los alrededores de Esfahan, durante los meses de verano. Son una tribu nómada iraní de origen turco, que llevan una vida tradicional, no muy diferente de la que sus ancestros llevaban.Principio del formularioFinal del formulario
Alrededor de un millón de Iránies llevan una vida nómada, representando un 1.25% de la población total, lo que significa que cuenta con una de las mayores poblaciones de nómadas del mundo, juntamente con otros países asiáticos como Kirguistán o Mongolia.
Irán es un país cultural y étnicamente muy rico y su población nómada está clasificada en diferentes grupos y tribus, que se mueven y deambulan por las montañas Zagros, una cordillera localizada en el oeste de Irán y que más o menos dibuja la frontera con Irak.
Su lengua es un dialecto del turco, pero a excepción de algunas personas mayores, todos pueden hablar persa fluidamente, la lengua oficial del país, y como la mayoría de los iraníes, son musulmanes chiítas.
Geográficamente muy diverso, en una sola región pueden existir multitud de climas y zonas geográficas en sólo 200 km. La región del Golfo Pérsico posee un clima similar al de las monarquías árabes del golfo, como los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita o Qatar. En invierno, dichos países disfrutan un invierno agradable pero en verano, el calor se vuelve insoportable y el aire extremadamente húmedo.
En las montañas Zagros, cuya parte sur empieza desde el Golfo Pérsico, el tiempo es frío y montañoso, con unos inviernos extremadamente fríos y picos que llegan hasta los 4,400 metros por encima del nivel del mar ocupando tan sólo una pequeña franja de 400 kilómetros.
Esta tierra ha sido habitada por nómadas de diferentes grupos, qué en verano, se quedan en el Golfo Pérsico y cuando el tiempo empieza a volverse caluroso, se van hacia el norte. En primavera y otoño, puedes encontrarlos en las montañas de alrededor de Shiraz y, en invierno, alrededor de Esfahan.
La vida de los Qashqai es especialmente dura, pues cada vez que se mueven, necesitan empacar sus cosas, marcharse con sus rebaños y volver a montar el campamento. Lo mismo una y otra, otra vez.
Tienen que conseguir agua del río, confiar en la energía solar y depender de su ganado. Son auto-suficientes y sus rebaños son su principal fuente de ingreso, obteniendo carne, leche, queso. Venden los animales recién nacidos en los mercados de las ciudades.
Así pues, no es del todo sorprendente que, durante los últimos años, muchos Kashgai han abandonado la vida tradicional y mudado a los diferentes pueblos y ciudades.
A muchos les gustaría abandonar la vida nómada pero no pueden porque son analfabetos y no podrían encontrar un trabajo. Criar el ganado es lo que se les da mejor y como no pueden mudarse a la ciudad con sus animales, necesitan permanecer en al campo.
Sin embargo, muchos Qashqai son felices con este estilo de vida, y están orgullosos de continuar con la tradición que mantienen durante generaciones. Se levantan con la salida del sol y mientras los hombres se marchan a pastar sus cabras, las mujeres permanecen en el campamento, trabajando en las tareas del hogar.
Crían cabras, ovejas y pollos y su dieta se limita a los productos que obtienen de dichos animales. Si te quedases con ellos, de seguro que tomarás leche fresca, además de yogurt y queso casero. El resto de la comida, incluyendo arroz y verduras, la obtienen en los mercados de los pueblos de los alrededores.
Sin embargo, existe una gran diferencia cultural con los nómadas de Asia Central, y es que los Qashqai son mucho más conservadores y paternalistas.
Se mueven por las montañas Zagros, y se los pueden visitar en cualquier momento del año. Sin embargo, los campamentos alrededor de Shiraz son los más accesibles, aparte de que permanecen durante la mayor cantidad de tiempo, pues están tanto en otoño como en primavera
Ángel Villazón
Dr. Ingeniero Industrial