Museo de Paris de Orsay

El Museo de Orsay cuenta con una historia peculiar, pues fue una de las estaciones de tren de la capital parisina, hasta convertirse en un museo que es uno de los más visitados de París.

La construcción fue terminada en 1810 y se quemó en 1871 durante el periodo de la Comuna de París. Fue originalmente una estación de tren por la que pasaban gran cantidad de viajeros. El edificio se debe al gran arquitecto francés Victor Laloux y a otros especialistas que recibieron el encargo de diseñar la terminal desde la que operaría la Compañía de Ferrocarriles Orleans.

La misión de la estación era servir de puerta de entrada a la ciudad para los viajeros que llegarían a la Exposición Universal de 1900. Tanto el edificio como el lugar elegido para levantarlo están escogidos para transmitir belleza y lujo.

Se ubicaba enfrente del Louvre y de los jardines de las Tullerías, y  encajaba con el lujo de toda la zona, algo para lo que Victor Laloux decidió ocultar las estructuras metálicas tras una bella fachada de piedra.

Dentro de la estación se optó por una decoración modernista. El edificio contaba desde sus inicios con montacargas, ascensores de pasajeros y un servicio de recepción ubicado en una elegante zona de la planta baja. Hasta 1939, la estación era el punto de llegada para muchos viajeros e incluso era un lugar de reunión para asociaciones o partidos políticos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la estación de Orsay se convirtió en un centro de envío de paquetes y mercancías y, durante la liberación, en una zona de prisión para muchos de los que ocuparon París.

Un largo periodo de tiempo pasó hasta que el presidente de la República, Valéry Giscard d’Estaing, tomó en 1977 la decisión de construir un museo aprovechando la estructura de esta antigua estación. No obstante, el museo no se inauguró hasta nueve años después de la mano del presidente François Mitterrand.

Su colección reúne pinturas, esculturas, fotografías y obras de arte decorativo que se fechan entre mediados del siglo XIX y principios del XX, y conserva muchas de las mejores pinturas de movimientos como el impresionismo como, por ejemplo, el célebre cuadro “Desayuno sobre la hierba” de Edouard Manet. “El origen del mundo” de Courbet, el “Autorretrato” de Van Gogh o “Baile en el molino de la Galette” de Renoir son otros ejemplos. La belleza e importancia de las esculturas no se queda atrás, y es que los visitantes tienen a su alcance la posibilidad de contemplar numerosas obras de Rodin o de Degas.

El Orsay alberga numerosas exposiciones temporales que cuentan con un lugar especial dentro del edificio. Estos espectáculos se centran en la obra de un pintor, un fotógrafo o un diseñador concreto, aunque también se eligen exposiciones colectivas de distintos movimientos artísticos.

El museo también cuenta con un auditorio en el que se desarrollan eventos artísticos de todo tipo o mesas redondas dedicadas a la promoción de la cultura

Con techo de estructura de vidrio abovedada y dedicado al arte impresionista y postimpresionista, el Museo de Orsay es uno de los museos más visitados y apreciados en el mundo.

La representación de la vida contemporánea ilustra los lienzos de los pintores franceses expuestos: como Manet, Degas, Monet, Renoir., autores de instantáneas de la vida cotidiana de la gente de la época, acompañadas de esculturas, fotografías y otras obras

De centro de reparto de paquetes durante la guerra a plató cinematográfico, la antigua estación se convirtió en 1986 en el centro neurálgico de los museos parisinos, convirtiéndose en uno de los más visitados de la capital.

El Museo de Orsay debe su éxito a una multitud de esculturas y más de 5.000 pinturas realizadas entre 1848 y 1914.

Una extraordinaria colección de cuadros de la escuela impresionista y postimpresionista (Gauguin, Seurat), que abrió el camino al arte moderno.

El museo se sometió a una importante renovación en 2011, reforzando su papel como museo de arte del siglo XIX. Los visitantes pueden disfrutar ahora de salas adicionales y de un espacio dedicado a Van Gogh, con 24 cuadros, incluidos autorretratos del famoso pintor holandés.

Su Galerie des Impressionnismes con una decena de salas que recorren las 5 etapas clave del movimiento cultural:

  • De los orígenes del Impresionismo
  • La primera exposición impresionista en 1874
  • Pintar el París moderno
  • El Impresionismo hacia 1880
  • En los albores del siglo XX: Monet y Cézanne después de 1900

En los niveles intermedio y superior, nuevos espacios acogerán las exposiciones permanentes, así como las numerosas exposiciones temporales que se organizan a lo largo del año.

Al tiempo que celebra el arte del siglo XIX y principios del XX, el Museo de Orsay evoluciona constantemente con su público, ofreciendo nuevas experiencias y mejorando la comprensión de sus colecciones.

Además, el museo aumenta el número de experiencias inmersivas, como en 2024 con la exposición «Una noche con los impresionistas París 1874», con motivo del 150 aniversario del nacimiento del Impresionismo. El museo también ofrece una amplia gama de eventos culturales, desde representaciones de ópera hasta desfiles de hip-hop y rap y funambulismo.

Una estación de ferrocarril antigua de estilo Beaux-Arts, que alberga las obras de Cézanne, Monet, Renoir y Manet.

El Museo de Orsay es el ejemplo perfecto de la arquitectura del movimiento Beaux-Arts y hoy en día es una de las pinacotecas más populares de París, albergando obras de arte y escultura de 1848 a 1915. Esta galería es de visita obligada debido a su gran amplitud de obras, entre las que destacan Delacroix, Manet, Gauguin, Cézanne, Monet, Renoir, Sisley, van Gogh y muchos más.

Algunos datos del museo:

  • Tres plantas de arte que incluyen: Manzanas y Naranjas de Paul Cézanne, Ninfeas Azules de Claude Monet, Montmartre de Pierre-Auguste Renoir, y Almuerzo sobre la hierba de Édouard Manet.
  • Nave central y antiguo reloj de la estación de Orsay.
  • Plaza de Orsay en el exterior del museo con seis esculturas alegóricas de bronce de la Exposición Universal (1878).
  • Colecciones que se remontan a 1818 y proceden originariamente del Museo de Luxemburgo, el Jeu de Paume y el Louvre.
  • El Museo de Orsay alberga la mayor colección de arte impresionista y postimpresionista del mundo.
  • La bóveda del Museo de Orsay está formada por un total de 35.000 metros cuadrados de cristal.
  • Aunque Orsay fue durante 39 años la estación principal de la red ferroviaria del suroeste francés, con el tiempo los andenes de la estación se quedaron cortos para los trenes modernos más largos.
  • Cada año, alrededor de 3 millones de visitantes acuden al Museo de Orsay.

Colección de pintura

La colección de pintura se remonta a la fundación del Museo de Luxemburgo en 1818 por Luis XVIII. La mayor parte de la colección está formada por obras maestras del Realismo al Impresionismo. Se puede admirar las obras de maestros como Cézanne, Manet, Monet, Matisse, Renoir y Gaugin, entre otros muchos. El Orsay también ha ido recibiendo donaciones privadas con piezas únicas que han enriquecido la colección a lo largo de los años.

Escultura

Gracias a la popularidad de la escultura durante el siglo XIX, a menudo encargada por la burguesía y la clase política para reafirmar su riqueza y poder, hasta 1945 abundaban las esculturas de piedra y bronce, aunque a partir de entonces empezaron a ser percibidas como demasiado formales y serias. Gracias al Museo de Orsay, que proporcionó el espacio perfecto para exponer estas obras de arte, incluyendo La edad de bronce de Rodin o la La pequeña bailarina de Degas, la escultura vivió un ‘renacimiento’ y muchas esculturas se trasladaron desde museos más pequeños, como el Museo de Luxemburgo o el Jeu de Paume, para completar la la creciente colección del Orsay y celebrar esta disciplina en todo su esplendor. 

Fotografía

La exposición permanente de fotografía del Museo de Orsay supuso algo innovador e inédito en 1970 al ser la primera galería de fotografía dentro de un museo de bellas artes en Francia.

El Museo de Orsay, que tuvo que comenzar su colección de fotografía desde cero, quiso celebrar la expansión de la fotografía como expresión artística a través de todas sus etapas y revoluciones tecnológicas. Cuando la colección se inauguró, contaba con 12.000 fotografías pertenecientes al período «primitivo», de 1839 a 1863, considerada como la edad de oro de la fotografía francesa e inglesa. Hoy en día, los visitantes del museo pueden admirar más de 45.000 fotografías expuestas; entre ellas, las de Pierre Bonnard, Maurice Denis, Henri le Secq y Edgar Degas.

 

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