El Museo Nacional Británico de Arte Moderno se encuentra en el centro de Londres y forma parte del grupo de museos Tate junto con Tate Britain, Tate Liverpool y Tate St Ives, estos dos últimos, fuera de Londres.
Su ubicación en la reformada Central Eléctrica de Bankside, hace de este emplazamiento un lugar especial, inaugurado en el año 2000, después de cuatro años de obras y encaja perfectamente con la temática del museo.
Gracias a la ampliación, ha sido posible dotar de mayor espacio a las exposiciones fotográficas y de vídeo, además de las exposiciones temporales.
Alojado en la antigua central de energía de Bankside, originalmente diseñada por sir Giles Gilbert Scott y construida en dos fases entre los años 1947 y 1963. La central fue cerrada en el año 1981 y el edificio fue reconvertido en museo.
El edificio se planteó con el objetivo de ser el motor que aceleraría la revitalización de Banskide, un barrio deprimido que había comenzado a repuntar con la reconstrucción del Globe Theatre y que continuó posteriormente con la inauguración del puente del Milenio, lo que sirvió para conectar directamente el barrio con la zona de la catedral de San Pablo.
La Sala de turbinas se concibe como una calle que atraviesa el museo de oeste a este en toda su longitud y altura. Del antiguo nivel de suelo de la sala se mantiene tan sólo una plataforma que atraviesa el edificio de norte a sur y permite acceder desde la entrada de la fachada norte, a nivel de calle y por tanto elevada respecto a la entrada principal, a la planta inferior en la que se encuentran las taquillas.
El flanco norte de la sala de las turbinas está cerrado por la fachada interior del museo, en la que se abren unos miradores alargados e iluminados mediante luminarias. Estos miradores sirven de punto de descanso y de observación, y relacionan visualmente la sala de las turbinas con las tres plantas de exposición del museo. Los arquitectos los diseñaron con el objetivo de servir de reclamo para aquellos visitantes que accediesen a la sala de las turbinas, e invitarlos de esta manera a entrar en las salas de exposición del museo.
La Sala de las Turbinas de Tate Modern es el atrio principal del museo. Es el espacio en el que antiguamente se encontraban los generadores de electricidad de la central de energía. Se trata de un espacio de 155 metros de longitud, 23 de ancho y 35 metros de altura, con una superficie de unos 3500 metros cuadrados y es utilizado para exponer instalaciones de artistas contemporáneos entre octubre y marzo de cada año, patrocinadas por la multinacional Unilever y llamadas por ello The Unilever series. Estaba previsto que este tipo de instalaciones se llevarían a cabo durante los primeros cinco años de vida del museo, aunque su éxito ha provocado que se hayan prolongado hasta la actualidad.
Actualmente se está construyendo la ampliación de la galería británica de arte moderno, conocida como Tate Modern 2, que aprovechará en su construcción aquellos espacios relacionados con las infraestructuras de la central de energía de Bankside que no fueron alterados en la primera fase de la construcción de Tate Modern. Esta nueva edificación añadirá además nuevos espacios que completarán el volumen proyectado.
Los aspectos que se priorizaron en el proyecto de ampliación de Tate Modern fueron:
- Favorecer la exposición de todas las obras pertenecientes a la colección del museo de la forma más especializada posible.
- Permitir la colocación de las instalaciones más radicales.
- Proveer los espacios de aprendizaje requeridos por el público.
- Integrar completamente el aprendizaje en el diseño del edificio.
- Mejorar las instalaciones de acogida para los visitantes y crear nuevos espacios sociales.
El espacio principal de la ampliación será la sala de los tanques de combustible, que proporcionaban energía a las turbinas de la central cuando ésta se encontraba en funcionamiento. Este espacio será accesible directamente desde la Sala de las Turbinas y está considerado como los cimientos del futuro Tate Modern 2 y una parte esencial de su programación se basará en él.
Desde su apertura en el año 2000, se ha convertido en la segunda mayor atracción de Londres, y en 2007, fue el museo de arte moderno más visitado del mundo y el tercero tras el Museo del Louvre de París y el Museo Británico también de Londres.
Es considerado un ejemplo para futuros proyectos, una forma de desarrollar zonas degradadas de la ciudad y convertirlas en nuevos focos dinámicos de crecimiento y de desarrollo económico.
Tate Modern visto desde San Pablo.
La colección Tate fue fundada en 1897 como Galería Nacional de Arte Británico. En 1917 se modificó su contenido para incluir también la colección nacional británica de arte moderno y fue renombrada Tate Britain en honor a Henry Tate, quien mediante sus donaciones puso los cimientos para el desarrollo posterior de la galería.
En 1917, la Tate Britain asumió oficialmente la responsabilidad de exponer la colección nacional de arte moderno, tanto de artistas británicos como extranjeros. Desde entonces hasta el año 2000, dicha colección se exhibió en el edificio ocupado por la Tate Gallery, en la céntrica zona londinense de Millbank. A lo largo de este tiempo se discutió en varias ocasiones la conveniencia de separar la colección de arte moderno del resto para permitir liberar espacio de exposición y fortalecer la identidad de las dos colecciones. Esta opción comenzó a tomar fuerza a finales de la década de los 80, tras tomarse la decisión de crear una nueva galería de arte moderno con la mayor premura posible.
Los trabajos de construcción de Tate Modern concluyeron a finales de 1999, y en enero de 2000 comenzaron a instalarse las obras de arte en las salas de exposición. Siguiendo el lanzamiento la Tate Britain en marzo, la Tate Modern fue inaugurada en el año 2000.
El éxito de la nueva galería londinense provocó su saturación y la necesidad de ampliar sus instalaciones con nuevos espacios de exposición y de servicios demandados por los visitantes. Estos nuevos espacios eran fundamentales para el desarrollo futuro del museo. Además, el aumento en el volumen de la colección británica de arte moderno y su diversificación con fotografías, espectáculos multimedia y complejas instalaciones. El proyecto original preveía ya en sus inicios la posible ampliación de la galería hacia el sur, por lo que se comenzó a desarrollar con rapidez el proyecto de lo que se denominaría posteriormente Tate Modern 2.
La colección permanente de Tate Modern es considerada una de las más completas e importantes de arte contemporáneo del mundo. En ella figuran obras de gran parte de los artistas más destacados del siglo XX, entre ellos Pablo Picasso, Andy Warhol, Salvador Dalí, Mark Rothko y otros.
Se encuentra ubicada entre los pisos tercero y quinto del edificio, mientras que el cuarto nivel acoge las exhibiciones temporales más grandes. En el segundo nivel hay un pequeño espacio de exposición para artistas contemporáneos.
Esta forma de exposición se basaba en los trazos marcados por el Museum of Modern Art de Nueva York. La primera reorganización de la colección permanente se produjo en mayo de 2006, que eliminó la anterior distribución en grupos temáticos para centrarse en los principales movimientos del arte del siglo XX.
La sala Material Gestures, ocupa el ala este del tercer piso del edificio. La línea argumental de esta sección es la de mostrar las nuevas formas de abstracción y expresión surgidas en la pintura y escultura de posguerra en Europa y América, con exponentes como Mark Rothko, y sus afinidades con los trabajos de artistas anteriores como Claude Monet y su influencia en artistas contemporáneos.
La sala de Poesía y sueño se encuentra en el ala oeste del tercer piso del edificio y se desarrolla en torno al surrealismo, sus influencias, cómo otros artistas que no han formado parte de él han respondido a dicho movimiento y cómo se ha tratado a lo largo de la historia del arte moderno el mundo de los sueños, el inconsciente y el mito arquetípico. En esta sección se exponen cuadros de artistas como Giorgio de Chirico, Max Ernst, Pablo Picasso y Francis Bacon entre otros.
En el quinto piso, ubicado en la parte central de la quinta planta, se exponen los trabajos contemporáneos recientemente adquiridos por Tate Modern, y su eje se desarrolla en torno al potencial de los edificios y de la arquitectura en general para llevar a cabo cambios sociales y permitir la modificación de las conductas de las personas. Algunas de las obras expuestas utilizan edificios existentes como inspiración, mientras que otras consisten en reproducciones a escala de edificios completos o de espacios concretos.
La sala de Idea y objeto ocupa el ala este de la quinta planta del edificio y se centra en el movimiento denominado minimalismo, surgido en la década de 1960 como reacción al subjetivismo y expresionismo de las pinturas de posguerra, y que se basaba en el objetivismo y el impersonalismo como ideas radicales y opuestas a las anteriores
La Sala de turbinas.
Se exponen asimismo los antecedentes a dicho movimiento, como el constructivismo. Entre los artistas más importantes, se encuentran obras de Vasili Kandinski, Piet Mondrian, Constantin Brancusi, Carl Andre, Sol LeWitt y Donald Judd.
En la sala, Estados de cambio ubicada en el ala oeste de la quinta planta y el espacio central del bloque está dedicado a los movimientos de vanguardia de principios del siglo XX: cubismo, futurismo y vorticismo. que rompieron con las ideas tradicionales de representación de la pintura, y buscaron una nueva forma más dinámica y fracturada de representar la compleja realidad de la era de la máquina. También se muestra cómo estas vanguardias influyeron en películas experimentales, fotografía y diseño, en ocasiones acompañadas de un mensaje político o crítica social, y cómo asentaron las bases para movimientos posteriores como el Pop art y el trabajo de algunos artistas contemporáneos. Entre los artistas más conocidos de esta sección se encuentran Henri Matisse, Pablo Picasso, Georges Braque, Juan Gris y Roy Lichtenstein.
La colección permanente del Tate Modern, situada entre la tercera y la quinta planta del edificio, es una de las más completas del mundo ya que contiene obras de la mayoría de los artistas más relevantes del siglo XX, como Pablo Picasso, Andy Warhol, Salvador Dalí, Mark Rothko o Edvard Munch. The Sick Child es la pintura de Munch que alberga el Tate Modern, ya que la mayor colección de obras del artista noruego se encuentra en el Museo Munch de Oslo.
Las exposiciones temporales se encuentran repartidas entre la cuarta planta y el atrio principal del museo, un enorme espacio en el que antiguamente se encontraban las turbinas de la central eléctrica.
Tate Modern cuenta con espacios de diferentes dimensiones para acoger diversos tipos de exposiciones temporales.
Desde su inauguración Tate Modern ha acogido importantes exposiciones temporales, en las que se han expuesto obras de artistas como Vasili Kandinski, Marcel Duchamp, Man Ray, Pablo Picasso y Frida Kahlo, entre otros.
Vista lateral de la central de energía de Bankside.