Chichén Itzá es un complejo de ruinas mayas, una de las siete Nuevas Maravillas del Mundo, ubicado en el centro de la mitad norte de la península de Yucatán. En la época precolombina, era una ciudad con una población diversa de comunidades. Hoy, el sitio alberga los restos de muchas estructuras antiguas, incluida la famosa pirámide de El Castillo que domina el centro del sitio arqueológico.
El núcleo de Chichén Itzá cubre un área de aproximadamente 5 kilómetros cuadrados con una arquitectura residencial de menor escala que se extiende por una distancia considerable.
Los arqueólogos no están seguros de cuándo, comenzó la construcción de Chichén Itzá, aunque los registros históricos sugieren que la ciudad estaba en sus primeras fases de desarrollo alrededor del 600-750 d.C. y su desarrollo abarca varios siglos, situando a la ciudad en más de 1,500 años. Los registros históricos muestran que fue un punto focal en las tierras bajas mayas del norte desde el Clásico Tardío, 600-900 DC, hasta el Clásico Terminal, 800-900 DC, y en la primera parte del período Postclásico 900-1200 DC.
A través de estos períodos de tiempo, la ciudad creció gradualmente en tamaño y diversidad. Algunas fuentes coloniales mayas y registros arqueológicos sugieren que Chichén Itzá fue saqueado en varios puntos durante el siglo XIII. Fue conquistada por los españoles a mediados del siglo XVI.
Chichén Itzá fue fundada por un antiguo pueblo nativo de la península de Yucat. Los historiadores creen que fue edificada debido a su proximidad al cenote Xtoloc, una importante fuente subterránea de agua dulce. En su apogeo, fue el hogar de los mayas de todas las áreas peninsulares en Yucatán, exhibiendo una multitud de estilos arquitectónicos, que recuerdan los vistos en el centro de México como los Puuc y Chenes, que se encuentran en las tierras bajas mayas del norte.
Al igual que las otras antiguas ruinas Mayas en Chichén Itzá, no se puede escalar El Castillo ya que los arqueólogos y los conservacionistas locales están protegiendo esta antigua maravilla para las generaciones venideras.
La Gran Cancha de Pelota, es un antiguo estadio deportivo con plataformas de piedra que miden 29m de largo y 7.6m de altura, la Pirámide de Osario y el Templo de los Guerreros.
Tiene “complejos” o zonas que reflejan diferentes estilos arquitectónicos y períodos de desarrollo, como la Gran Plataforma Norte, que incluye los monumentos de el Castillo, el Templo de los Guerreros, y la Gran Cancha de Pelota, el Grupo Osario, que incluye la pirámide de Osario y el Templo de Xtoloc, y el Grupo Central, que incluye al Caracol, Las Monjas y Akab Dzib.
Otros complejos incluyen el Grupo Casa Colorada, el Grupo Central y Chichén Viejo. También alberga varios cenotes, pozos naturales de agua subterránea, incluido el Cenote Xtoloc o “Cenote Sagrado”.
En su apogeo, era la ciudad más poblada de toda la península de Yucatán y sus ruinas reflejan una gran civilización llena de maravillas arquitectónicas y secretos antiguos.
El Cenote Sagrado
El Cenote Sagrado, era el corazón de las actividades religiosas, no solo de la ciudad de Chichén Itzá sino de toda la zona maya. Fue motivo de culto al dios de la lluvia, Chaac, desde el período Clásico Tardío en 650 d.C. y continuó hasta fines del Postclásico, en 1350 d.C. De su fondo cenagoso han sido extraídos objetos de oro, jade, cobre, tela y cestería que aparentemente fueron arrojados como ofrendas ceremoniales.
La ciudad sobresalió como centro cultural y político de la vieja civilización maya y fue uno de los asentamientos más extensos del centro-norte de la península de Yucatán. En su época de mayor esplendor, fue la ciudad más poderosa de la península.
Los Itzáes se establecieron en Chichén Itzá en el siglo IX d.C. Se cree que eran mayas putunes o chontales, que forjaron un amplio dominio con una cultura unificada. Hacia fines del siglo X, la ciudad fue invadida por una tribu guerrera, los toltecas, trayendo consigo una nueva serie de elementos culturales, sobresaliendo la representación del dios-serpiente Kukulkán. Hacia 1250 d.C., la ciudad fue abandonada por razones no del todo determinadas.
Chichén Itzá llegó a abarcar 25 km2. El centro religioso, cultural y administrativo abarcaba unos 6 km2; a poca distancia del mismo habitaba la élite, en edificios tipo palacio, decorados con esmero y pintados de colores brillantes. Alrededor de éstos, en verdes campos, vivían entre 50 mil y 100 mil personas en palapas de techo de palma.
El Cenote Sagrado es casi circular, con un promedio de 60 mts. de diámetro. La superficie del agua dista 22 mts. de la orilla superior y tiene poco más de 13 mts. de profundidad en la parte central, donde el fondo es lodoso por unos 4 mts. más. Contiene un volumen de agua de aproximadamente 23,000 mts. cúbicos.
En la Chichén Antigua, la zona próxima al Cenote Sagrado, se encuentran edificios de arquitectura maya típica, sin mezcla de influjos extranjeros, como los templos de los Cuatro Dinteles, de los Tres Dinteles y del Dintel.
Las Monjas es una serie de estructuras de superposición que pertenecen a la zona habitualmente designada como Chichén Nueva, pero sus caracteres se remontan a la etapa antigua de florecimiento de la urbe.
El conjunto del Caracol consiste, en esencia, de tres partes: la Torre misma, edificio de planta circular, y dos plataformas o terrazas en rectángulo, sobrepuestas, mayor desde luego en dimensiones la inferior, y de las cuales se eleva la estructura redonda, con escalerilla interna en espiral, circunstancia a la que debe su nombre.
El Castillo de Kukulkán “La serpiente emplumada”, mide 60 metros por lado, en la base. Se eleva en nueve cuerpos decrecientes hasta la altura de 24, alcanzando así la mese que sostiene el templo, y éste levanta sus muros ocho metros más. Cada fachada o frente de la mole en pirámide, ostenta una ancha escalinata formada de 91 peldaños de piedra, conjunto que compone 364 gradas, y añadida la tierra, o la plataforma superior, 365. Rematan las escaleras del Castillo, al nivel del suelo, colosales cabezas escultóricas, de figura de serpiente.
Se comprobó la existencia de un edificio piramidal interno, provisto de escalera solamente por la cara septentrional y a semejanza del exterior, se compone de basamento en pirámide y santuario asentado arriba. Como la pirámide externa, consta la interior de nueve cuerpos decrecientes, y guarda una estatua de Chac Mool impresionante. Sus ojos, dientes y uñas son de hueso, hábilmente aplicado en la piedra. Guardaba la espléndida escultura de un tigre monolítico, pintado a color rojo deslumbrador. Presenta abiertas las fauces, y los ojos son un par de redondas placas de jade.
El conjunto de estructuras del gran Juego de Pelota, orientado de Norte a Sur, y situado hacia el norte del Castillo, se compone de cinco estructuras principales: el Juego de Pelota propiamente dicho, el Templo del Hombre Barbado, la Tribuna Meridional, el Templo de los Tigres y el Anexo oriental de este edificio.
El Juego de Pelota consiste esencialmente en dos macizos longitudinales y paralelos, que dejan sobre sí un espacio libre destinado al juego. Miden alrededor de 90 metros de largo, comprendiendo el espacio transversal cerca de 30. Tales macizos ofrecen una gradería sumamente ancha por el exterior, que presta acceso a la plataforma de los macizos, probable terraza destinada a espectadores; interiormente, los macizos ofrecen un muro vertical que llega a tierra. Cerca de la base se le adosan banquetas de cubierta horizontal y costado inclinado, que confina al suelo. Enclavados en estos muros interiores rectos, a cierta altura, cerca de la orilla de la terraza superior, estuvieron los discos labrados con figuras de serpientes en enlace, en que se concentraba el interés máximo del juego. Se conserva uno de los anillos.
El equinoccio solar, fenómeno arqueo-astronómico, es el momento en que la tierra es iluminada por el sol de igual forma en el hemisferio norte y en el sur. Al atardecer de los días 21 de marzo y 22 de septiembre, días del inicio de los equinoccios de primavera y otoño respectivamente, se observa en la escalera norte de la Pirámide de Kukulkán, una proyección solar, consistente en siete triángulos de luz, invertidos, como resultado de la sombra que proyectan las nueve plataformas de ese edificio, al ponerse el sol, que crea la apariencia de una serpiente que gradualmente baja por una de las escaleras hasta la cabeza, ubicada en la parte baja de la pirámide, hasta completar la emblemática serpiente emplumada. El proceso desde su comienzo hasta su culminación, dura aproximadamente 45 minutos.
Otro de los fenómenos que se observa en la pirámide maya es el equinoccio lunar que sucede durante la madrugada de luna llena, en el que se repite el juego visual de los triángulos de sombra en la escalera de la pirámide El Castillo, que simulan el descenso de la serpiente emplumada.
Durante el amanecer de los días 20, 21 y 22 de junio, tiene lugar el solsticio de verano, este espectacular fenómeno provoca que la luz ilumine sólo las caras norte y este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la sombra. En invierno ocurre lo inverso, es decir, la parte iluminada se oscurece y la oscura se ilumina, además de que no ocurre al amanecer, sino al atardecer de los días del 20 al 22 de diciembre.
Ángel Villazón Trabanco
Ingeniero Industrial
Doctor en Dirección y Administración de Empresas