Los mayas, concebían el universo como un orden decidido por los dioses y el tiempo como el dinamismo de la realidad espacial, como el cambio cósmico producido, por el movimiento de un ser sagrado que fue el eje de su cosmovisión y de su concepción sobre el sitio del hombre en el universo, el Sol, palabra que también significa día y tiempo.
El tránsito del Sol fue captado como un movimiento circular alrededor de la Tierra, que determina los cambios que en ella ocurren, día y noche, las estaciones, fertilidad y sequía, frío y calor, etc. por eso, el tiempo se concibió como movimiento cíclico.
La temporalidad, fue para los mayas el evidente y eterno dinamismo del espacio, que da a los seres su origen, y así crearon el mito cosmogónico, como una historia sagrada, como el relato del primer acontecimiento que tuvo lugar en un “tiempo estático” primordial y cuyos principales protagonistas son los seres sagrados.
Esta narración, sea oral o escrita, no se da en un lenguaje común, conceptual, sino en un lenguaje simbólico porque expresa una realidad percibida intuitivamente, una vivencia esencialmente emocional y valorativa del mundo, que sólo se puede comunicar a través de imágenes simbólicas.
El mito cosmogónico no sólo explica cómo se inició todo, sino también por qué el hombre y los demás seres son como son y por qué siguen determinado su comportamiento. Esa explicación no es una fábula ni una ficción, sino una historia verdadera que constituye la guía, la tradición, la pauta del comportamiento del hombre en el mundo, por eso es una historia viva, siempre actual.
Los mitos cosmogónicos de los mayas antiguos fueron escritos en sus monumentos y códices, y después fueron recogidos en libros que ellos mismos escribieron en la época colonial, empleando sus lenguas y los caracteres latinos aprendidos de los frailes españoles, y más tarde, se transmitieron por medio de la tradición oral, de tal modo que existen todavía en las comunidades mayances.
El más completo y estructurado mito del origen del cosmos se halla en el Popol Vuh, libro sagrado de los quichés de Guatemala, trasladado a la escritura latina alrededor de 1550 d.C. Pero también lo encontramos en el Memorial de Sololá de los cakchiqueles y en los Libros de Chilam Balam de los mayas yucatecos. Este mito expresa la misma idea básica que hallamos en el mito de los nahuas, quienes llegaron al área maya en el periodo Posclásico.
La cosmogonía maya habla de una sucesión de ciclos o eras cósmicas, determinadas por los dioses creadores, según el orden de la temporalidad cíclica. En este proceso, aparecen progresivamente, a partir de un agua primigenia estática, donde todo estaba confundido (caos), los otros elementos, los animales, las plantas y los astros, mientras que el hombre, como parte central del proceso, sufre una evolución cualitativa en espiral, que lo lleva a constituirse en el ser que los dioses necesitan para subsistir.
Es decir, el cosmos se crea para que exista un ser consciente que pueda venerar y alimentar a los dioses, por eso esta cosmogonía es antropocéntrica, y en las distintas eras cósmicas, los dioses, además de necesitar alimento para subsistir, se equivocan al crear diferentes hombres que no cumplieron con la finalidad de los creadores, por lo que éstos los destruyen mediante diluvios.
Los primeros fueron de barro, los segundos de madera, y finalmente, se halló la materia que generaría la capacidad consciente, el maíz, que fue mezclado con sangre de las propias deidades para formar a los nuevos hombres.
Una vez que se hubieron reproducido y formado tribus, salió el Sol al lado de la Luna, y cuando lo alimentaron con sangre, inició su movimiento, y con él, comenzó el tiempo ordenado del cosmos. Los hombres de maíz, que veneran y alimentan a los dioses, incluso con su propia sangre, son los del mundo actual. Esta tercera época que, siguiendo la inexorable ley cíclica, terminará con un nuevo diluvio, corresponde a la quinta del mito náhuatl, el llamado Quinto Sol, que terminará con terremotos y hambre. Así, esta concepción cosmogónica implica una serie infinita de mundos.
Los mayas coloniales no registraron fechas exactas de estos acontecimientos, pero epigrafistas actuales, con el gran apoyo del Popol Vuh, realizaron lecturas de tres textos de la ciudad de Cobá, Quintana Roo, en los que se asienta que el mundo o era actual fue creado en 13.0.0.0.0, el día 4 ahau, 8 cumkú, que en nuestro calendario corresponde al 13 de agosto de 3114 a.C., fecha que funcionó como “fecha era” en las inscripciones mayas. Se halló la misma fecha en la Estela C de Quiriguá, Guatemala, y en el tablero del Templo de la Cruz de Palenque, Chiapas, entre otras obras. Estos textos confirman que se tienen registros de la cosmogonía maya desde el periodo Clásico.
La cosmogonía maya se encuentra rodeada de interesantes leyendas, mitos y creencias que valen la pena conocer. Muchos de estos relatos y tradiciones permanecen vivos en la memoria de quienes aún hoy rinde adoración y respecto a esta fascinante cultura del pasado.
Un completo recorrido por la cosmogonía maya, cómo fue su origen, cuáles son sus más importantes mitos y creencias y por qué están consideradas como una de las culturas más históricas del mundo.
En pocas palabras se trata de una rama de la Astronomía que se encarga principalmente de estudiar todo sobre el origen y la evolución del universo.
Los mayas tenían una visión particular acerca del universo y su composición. Creían que había un orden natural en el mundo, donde cada uno de los astros que habitaban en el gran espacio sideral representaba a dioses, a los cuales rendían adoración y culto.
Veían el cosmos como un todo y eso les permitía entender de mejor manera la existencia tal cual como la conocían y les daría respuestas a muchas de las preguntas que se hacían con frecuencia.
Los astros simbolizan a cada uno de los dioses de la cultura maya y eran precisamente los astros quienes tenían la responsabilidad de dirigir sus vidas y hacia dónde debían ir. En pocas palabras, la vida de los mayas dependía directamente de los astros. No hacían nada sin la dirección de estos.
Los mayas interpretaron y relacionaron el mundo, la existencia de los seres vivos, el espacio, el tiempo con el universo y la naturaleza. De acuerdo a la ideología y el pensamiento maya, la existencia del individuo está marcada por sus percepción de lo animado y lo inanimado, donde su filosofía de vida se enfoca al bienestar material, aunado al bienestar espiritual.
Los mayas basaron sus vidas en sus propias creencias, no sólo filosóficas, sino también religiosas. Los dioses representaban un papel fundamental en el día a día, y toda su visión acerca del mundo y la creación del mismo se puede encontrar en un texto maya conocido como Popol Vuh.
En ese texto histórico, los mayas dejaron su punto de vista acerca de cómo ellos creían que fue creado el mundo y explican detalladamente el origen del hombre y del universo, y donde la creación se da por medio de distintas eras cósmicas, con la presencia de dioses mitológicos que le dan vida y forma al universo.
De acuerdo a la cosmogonía maya, la composición del universo no comenzó con el hombre, sino con las plantas, y después los animales y por último fue que se creó al ser humano.
Los principales dioses de su cosmología eran muy importantes, incluso eran vistos como figuras mitológicas que se encargaban de representar a las fuerzas sobrenaturales. Existieron muchos pero los más importantes los mencionamos:
- Hunab Ku o Dios del Sol o Señor de los cielos, que estaba por encima de los otros dioses.
- Chac, era el Dios de la lluvia y la fertilidad y de la energía creadora del hombre
- Yun kaax: Dios del maíz. Regido por principios inteligentes superiores como los animales. las plantas, los minerales, etc.
- Ah Puch, Dios de la muerte. Regía la gula, la pereza, la envidia, además de los estados post mortem.
- Kauil: Dios del fuego. El fuego sagrado interno, la fuerza espiritual.
- Ix Chel, Diosa luna. representaba el principio eterno femenino y masculino.
De acuerdo a su cosmogonía, el universo se encontraba ramificado en tres partes:
- Por un lado describen el cielo, que estaba constituido de trece niveles. Creían que el cielo estaba habitaban por los astros y algunas deidades como el Sol, la Luna, Venus y todos ellos representados por animales como serpiente, guacamaya, entre otros.
- La segunda parte en la que se encontraba dividido el universo según los mayas era la Tierra. De acuerdo a la visión de esta etnia, la Tierra flota sobre el agua y está representado en un gran lagarto y en él, la vegetación cobra fuerza.
- Por último encontramos un tercer universo, dominado por los doce dioses de la muerte, que vivían bajo la superficie de la tierra y se les identificada como los señores Xibalbá. Era el lugar donde las personas purgaban sus pecados por medio del hambre, las enfermedades, el dolor y la muerte.
Para poder aprender más acerca de la visión que tenían los mayas sobre la creación del universo es importante recurrir al Popol Vuh, un manuscrito original en donde los mayas plasmaron todo su punto de vista acerca del universo y su origen.
Este libro sagrado engloba toda la cosmovisión de esta antigua cultura, además de reflejar por medio de sus páginas una declaración universal acerca de la naturaleza del mundo. A través del Popol Vuh, los mayas presentan su visión de cómo ellos creen que se realizó la creación del mundo y quiénes fueron los primeros humanos que lo habitaron.
El Popol Vuh cita a los dioses y cuál fue la función que estas deidades cumplían en el proceso de creación en el mundo. Para los mayas, los dioses eran muy importantes y así se deja ver en las páginas de este libro sagrado, donde se menciona que influían directamente en la vida y en el destino de los hombres.
Mitología Maya
Muchos de estos mitos mayas se pueden encontrar en un antiguo manuscrito dejado por esta civilización y que actualmente es considerado como una de las más impresionantes obras de la literatura mesoamericana.
Los mayas dejaron un gran legado de incalculable valor al servicio de la humanidad.
Ángel Villazón
Ingeniero Industrial
Doctor en Dirección y Administración de Empresas
Ángel Villazón es Ingeniero Industrial, escritor y periodista cultural y te ofrece libros, multitud de relatos, artículos de pensamiento y culturales.