Aristoteles y el Egipto Faraonico

Aristóteles fue un filósofo griego pionero en el analisis sistemático y científico en todas las áreas del conocimiento humano, y era conocido en su tiempo, como «el hombre que sabía todo» .       

Con él alcanza su punto más álgido  la orientación de la vida espiritual griega que había empezado con Tales,  y el progresivo decaimiento  del mundo de las representaciones míticas.

Tenía una forma de pensar muy distinta de la de Platón. Mientras que el pensamiento platónico se orienta  hacia el ser suprasensible, frente al cual pasa a segundo término el mundo del devenir y del perecer, Aristóteles se sitúa   «en la Tierra duradera de hermosa forma esférica», sin olvidar por ello el mundo de los valores eternos. Mientras que Platón  se eleva hasta un «espacio suprasensible», Aristóteles es siempre el observador e investigador que concede siempre a la experiencia,  derechos propios. Este sentido de la realidad, benefició a su investigación científico natural y dio también más relación con la vida a su pensamiento en el terreno de la filosofía de la cultura.

 En contraposición a su maestro, Aristóteles no se interesó por las matemáticas, sino por las ciencias de la naturaleza, y tampoco se sintió atraído por la religión. Prestó poca atención a los problemas teológicos y se negó a reflexionar sobre los mitos inventados por los teólogos.

Sin embargo, en su curiosidad sin límites y en su afán por conocer el desarrollo histórico de la cultura, Aristóteles tuvo en muy alta estima a la civilización egipcia. Así, reconoce en los egipcios a los descubridores de las matemáticas y en otro tratado afirmará que muchos de los conocimientos astronómicos de la humanidad proceden de los egipcios.

 En Política, parte de la afirmación de que los egipcios son, el pueblo más antiguo, por eso, su primacía en tantos descubrimientos, incluidos los de carácter político y social. En Egipto, añade, es donde apareció por vez primera la división en clases sociales y  fue también el primero que se dotó de leyes, y de una organización o estructura política.

En este largo camino de evolución social que va desde la aparición embrionaria del Estado, mediante la construcción de una estructura política, hasta el surgimiento de la democracia, se debería universalizar  la propia dinámica de la sociedad. Esa confianza de Aristóteles en la democracia como horizonte político de la humanidad correspondió al Antiguo Egipto  por haber iniciado el camino, y a la Grecia clásica el  haberlo llevado a su culminación.“ Desde que los Estados son más grandes, quizá no es fácil que surja otra forma de sistema político, distinto de la democracia “.

Aristóteles, fue asesor de Alejandro Magno, y viajó con él a Egipto, cuando fue conquistado, donde “recogió” muchos libros y con su biblioteca personal, se convirtió en el hombre con más libros en la antigua Grecia, pero la mayoría pertenecían a la mayor biblioteca de Egipto del momento.

Los libros egipcios no llevaban impreso el nombre de los autores, porque en la antigua África, la sabiduría y el conocimiento no podían atribuirse a una sola persona. Los autores eran profesores.

Los griegos conscientes, de su bisoñez cultural respecto a los egipcios, reconocieron su deuda con una civilización más antigua y más rica, salvo en filosofía. Asimismo, fueron los grandes transmisores de la cultura egipcia y sus principales difusores, desde Homero y Heródoto, a Alejandro Magno.

Por otra parte, lo que llamamos “cultura occidental “, es decir, la paideia griega, tal como se intenta recuperar en el Renacimiento y que constituye el germen del mundo moderno, es más el fruto de la cultura helenística donde las ciencias,  matemáticas, astronomía, biología, botánica, ingeniería, medicina, geografía, etc.,  ocuparon un papel dominante, que el de la cultura clásica anterior al imperio alejandrino. Y la cultura helenística supone, ante todo, el mestizaje de las dos grandes culturas mediterráneas, la egipcia y la griega, cuyo eje pasó a suelo egipcio, representando Alejandría y no Atenas, el núcleo principal y el motor de esta nueva etapa histórica.

Ángel Villazón Trabanco es ingeniero, escritor y periodista cultural, y ha escrito varios libros como son:

  • Goces y sufrimientos en el Medievo
  • Los enanos
  • Los tacos de huitlacoche
  • El sueño de un marino cántabro y el sueño de un orfebre andalusí
  • Senderos de Libertad

 Sus libros se pueden encontrar en e-book en Internet, en la Casa del Libro, y en Amazon y el Corte Inglés. Su página web donde puedes encontrar además relatos, artículos de pensamiento y  culturales es:

www.angelvillazon.com

Ángel Villazón Trabanco

Ingeniero Industrial

Dr. Dirección y Administración de Empresas

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