Pintura Italiana del Renacimiento – Giorgione

Giorgio Barbarelli da Castelfranco, es uno de los más interesantes y a la vez desconocidos pintores del Alto Renacimiento Italiano.  De los pocos datos de su corta vida, murió con 33 años, no se conocen cuántas y cuáles obras pintó, y su técnica hacen de él una leyenda, admirado y querido que fue por sus colegas coetáneos, entre ellos, Tiziano.

Oficialmente sólo se le pueden atribuir a Giogione seis obras, entre ellas «La tempestad» (1508), el primer paisaje no religioso del arte occidental, pues trabajó mucho para coleccionistas privados, en su mayor parte de carácter profano.

Autorretrato

Bellini, Tiziano y Giorgione, fueron los tres artistas de la Venecia renacentista que perfeccionaron el claroscuro y el esfumato de la escuela florentina, creando un nuevo estilo que trasciende del renacimiento: el manierismo.

Su ciudad natal, Castelfranco, está fuera de Venecia, donde acudió para los primeros estudios, y siguió un aprendizaje con el prestigioso pintor Giovanni Bellini que lo ayudó a formar el estilo pictórico de la escuela veneciana, por lo cual se hicieron famosos junto con otros artistas como Tiziano. 

Uno de sus primeros trabajos fue el Retablo de Castelfranco, con la Virgen con el Niño y santos, realizado entre 1503 y 1504. La representación común de la Virgen y el Niño, presenta un trono casi real, sobre el cual se encuentra la Virgen. En el fondo de la obra hay un paisaje exuberante, típico de Giorgione y otros pintores venecianos de la época.

Este estilo se puede ver perfectamente en la Venus dormida de Giorgione, donde el desnudo mitológico parece fundirse con el paisaje tranquilo detrás de Venus. 

Algunas de sus primeras obras religiosas muestran mucha atención al paisaje, a través de una composición horizontal en la que ocupa la parte superior, La prueba de Moisés y El juicio de Salomón, son compuestos con esta dinámica y muestran la influencia de su maestro, Bellini, y también del estilo de la pintura del norte de Europa.

Esta riqueza de significado de paisaje está presente en muchas obras de Giorgione, entre ellos el Concierto de campo, los Tres filósofos y la Tempestad, considerada por algunos la primera verdadera pintura de paisaje en el arte occidental. 

Junto con Tiziano, consiguió   innovaciones estilísticas al retrato. Marcó profundamente la pintura, a través de la representación y la atención para el paisaje, como en la Tempestad, y fue considerado el primer pintor de género, por obras como el Concierto de campo, que no está incluido en cualquier tipo de contexto religioso o alegórico. De aquí empieza la contribución de los pintores venecianos en la influencia sobre el arte desde el Renacimiento hasta el Barroco

Se formó en el taller de Giovanni Bellini, antes de establecerse por su cuenta. Participó en un importante encargo público, los frescos exteriores del Fondaco dei Tedeschi, en colaboración con Tiziano. Además, pintó por encargo para coleccionistas privados, y en esto se diferencia de los otros artistas de su tiempo, que trabajaron sobre todo para grandes instituciones públicas o de la Iglesia.

Se le considera el inventor del paisaje emocional, de la naturaleza representada en función del estado de ánimo del artista. Constituye una buena muestra de ello su obra más admirada, La tempestad, donde el tema parece un mero pretexto para la realización de un ejercicio de imaginación creadora, este cuadro, de colores fríos y saturados, ejerció una gran influencia en la pintura posterior.

La tempestad 

El lienzo, la tempestad representa a un soldado y a una mujer que amamanta a un niño en un paisaje de innumerables tonos verdosos. La atmósfera de tormenta inminente, subrayada por el rayo que ilumina las nubes, es la protagonista indiscutible del lienzo. La relación entre las figuras y el paisaje ha sido anulada en beneficio de este último. Giorgione fue el primer pintor que subordinó el tema a la evocación de un estado anímico, y cambiaba a menudo de idea durante la ejecución, transformando la composición originaria.

Gracias a detallados exámenes radiográficos de su obra se ha descubierto que el soldado que pintó en La tempestad era en su origen otra figura femenina. El pintor se deja llevar por el temperamento, y la imaginación supuso el nacimiento del «paisaje anímico», que ha sido considerado como la más original y trascendente contribución del maestro veneciano.

Los tres filósofos

Los tres filósofos, es una pintura en la que resulta muy innovador el que la pincelada se oriente a la creación de efectos cromáticos. Las figuras podrían ser los Reyes Magos, los cuales, representados como astrólogos, escrutan con su ciencia la estrella que anuncia el nacimiento del Redentor.

Sus oleos continuaron con obras como el Retrato de vieja, de gran realismo, o el Paisaje al atardecer, que demuestran una vez más su capacidad para apartarse de los tópicos imperantes.

Retrato de una vieja

Alcanza la más elevada expresión de su cromatismo en dos óleos, la Venus durmiente, con su luz difusa y seductora, y el Concierto campestre, que también ha sido atribuido a Tiziano y en todo caso fue terminado por él, hermoso paisaje crepuscular en el que el autor muestra su maestría en tratamiento de la atmósfera y de la tonalidad.

Si las mujeres desnudas del Concierto campestre son cortesanas o figuras alegóricas, su belleza plástica, los matices cálidos del rojo que contrastan con el verde y las actitudes naturales de los hombres dan una impresión de vida antigua y moderna a la vez. El cuadro fue una de las fuentes de inspiración del Almuerzo sobre la hierba de Édouard Manet.

Giorgione murió de forma prematura, probablemente a causa de la peste, cuando contaba poco más de treinta años de edad.

 

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