Pintura flamenca. Pieter Brueguel el Viejo. Biógrafia – VI

Nace, en una pequeña aldea del Brabante, cerca de Breda y realizó su aprendizaje en Amberes, en el taller de Pieter Coecke de Aelts, que no dejó huella en el arte de Bruegel, aunque contraerá matrimonio años después con la hija de su maestro. Su nombre aparece mencionado por primera vez en 1551 cuando es recibido como maestro en el Gremio de Pintores de San Lucas de Amberes.

Fue un pintor flamenco del siglo XVI, cuya obra culmina la tradición pictórica iniciada en el siglo anterior por Jan van Eyck, y es considerado una de las grandes figuras de la historia de la pintura. Realizó sobre todo cuadros de paisaje, de escenas campesinas, en los que con un estilo inspirado en el Bosco, reflejó la vida cotidiana con realismo, abundancia de detalles y un gran talento.

Aprendió el oficio con Pieter Coeke, y en 1551 se incorporó al gremio de pintores de Amberes e inmediatamente después emprendió un viaje por Europa, que lo llevó a Francia, Italia y Suiza. Lo que más le impresionó de su periplo fueron los paisajes de los Alpes, de los que realizó a su vuelta una serie de dibujos que fueron grabados.

A su regreso a Amberes, estableció una fecunda relación con el grabador y a su vez, prolífico editor de grabados, ­Hieronymus Cock, apasionado por el Bosco como el propio Bruegel, dibujando varias de sus obras para ser grabadas en el taller de Cock.

Estéticamente no se aprecia una evolución a través de los cuadros fechados, por lo que los antiguos tratadistas prefieren catalogar su obra según la temática, siendo el paisaje lo más característico de sus primeros años.

El vino en la fiesta de San Martín

Entre 1557 y 1563 le fascinan la técnica y los asuntos caprichosos y diabólicos del Bosco, que interpreta con personalidad propia, por lo que se le conoció con el apodo de «Pierre le Drôle», Pedro el Gracioso.

Buscó la inspiración en el folclore y los refranes populares para sus obras más descriptivas y pintorescas, desde La parábola de los ciegos, Juegos de niños hasta el El banquete de bodas. Mostró interés por la vida en el campo como tema del arte, encontrándose obras de escenas campestres cortesanas. Representó a las damas y caballeros que cazan, bailan y se ocupan en juegos de sociedad, campesinos trabajando, leñadores y viñadores. Esto lo catapultó como uno de los mejores pintores de paisajes, donde logra integrar la figura humana. Las alusiones populares, como la lucha entre don Carnaval y doña Cuaresma, es un tema folclórico contra la autoridad que apasiona en todas épocas. A pesar de la influencia de Italia en los pintores de su tiempo, Pieter Bruegel retuvo su veta popular y un sentido profundo y directo de la realidad, asumiendo sus pinturas la filosofía popular con inteligencia. La exaltación febril y libre del mundo campesino a cuyas fiestas, según Mander, acudía disfrazado para mezclarse con los aldeanos.

Cazadores en la nieve 

En 1563 Pieter Brueghel se trasladó a Bruselas y contrajo matrimonio. Se centró entonces en la pintura y produjo numerosas obras, muchas de ellas por encargo de famosos personajes. Para el banquero Niclaes Jonghelinck realizó, la famosa serie de los Meses, que incluye Cazadores en la nieveLa vuelta del ganado, entre otras obras maestras.

Su inquietud intelectual al encontrarse entre su círculo de amistades, el geógrafo Abraham ­Ortelius y el tipógrafo Plantin, su cercanía a nobles próximos a la Casa de Austria, contradice la oposición al sistema político de Felipe II, que algunos autores proclaman que se muestra en unos dibujos perdidos, así como su relación con grupos esotéricos.

El banquete de bodas

Las obras de este pintor son fiel relato de la situación social del momento, sin duda, turbulenta, un periodo de transición entre la Edad Media y los comienzos de la Edad Moderna, caracterizada por sucesivas plagas, epidemias y además las guerras de religión y la transformación social a raíz de la exploración del Nuevo Mundo. Todos estos sucesos radicales fueron su inspiración. Sus obras se han interpretado de diferentes maneras los conflictos entre catolicismo y protestantismo.

Entre sus pinturas también se referencia una crítica burlesca a la vida del ser humano, la locura y la enfermedad. La parábola de los ciegos es un óleo donde el artista expresa una visión crítica y burlesca  similar a la de los proverbios y refranes populares que inspiraban a El Bosco.

En  los Siete pecados capitales (1556), refleja una fascinante reflexión sobre los males que suceden a los que ignoran los principios de la sabiduría, el artista dignifica al hombre cuando labora.

Por otro lado, muchas de sus obras se inspiraron en el folklore y en la tradición oral flamenca, así como en la cultura campesina de su país. Un ejemplo claro de ello, La cosecha del heno (1565), obra lograda gracias a su aguda observación de la naturaleza humana, que le permitió captar el ingenio y la vitalidad de los campesinos, y La cosecha y el Regreso del ganado (1565).

Este hombre a lo largo de su carrera logró ser el fundador de la escuela paisajista flamenca. Una de las innovaciones fue el alejamiento de la visión alemana y veneciana del paisaje, donde la naturaleza era en muchos casos fantástica, y sin referencia con las figuras. Para Brueghel el paisaje era algo conocido y real, donde se narran hechos cotidianos y concretos.

El triunfo de la muerte

Gracias a esta tradición se transformó la estilización del arte medieval en una expresión más realista del mundo. Brueghel pintó la vida cotidiana de los campesinos holandeses y juegos infantiles trasladados a los paisajes y ciudades del norte de Europa de su época. Sus obras fueron realizadas con un amplio desarrollo, lleno de colores luminosos, con una extraordinaria vivacidad narrativa y un gran naturalismo.

El Triunfo de la Muerte 1562 es una de las obras más famosas de Brueghel que figura en el Museo del Prado de Madrid. Esta obra tiene mucha relación con las obras de El Bosco, básicamente en su aspecto satírico y moralizante. La influencia del Bosco se percibe en la amplitud del cuadro, las múltiples escenas, realizadas con gran detalle, en las que se representa las distintas formas en que la muerte derrota a la vida, pero existe una gran diferencia fundamental, pues en algunas de sus obras sugiere una tendencia al ateísmo.

La obra mencionada anteriormente está ligada a las prácticas culturales realizadas por la población, en la Danza de la Muerte. Tuvo una visión panorámica y amplia del mundo, e ilustró un aspecto esencial del pensamiento humanista.

Uno de los momentos en los que el estilo o la temática pictórica del artista cambió fue cuando realizó los encargos para Cock, estando en Italia. Tuvo la tarea de representar barcos, pues en ese momento estaba en auge este tipo de representaciones, por tanto eran muy apreciadas. Los resultados de estos encargos fueron magníficos pues el artista demostraba una vez más el dominio de la técnica pictórica y su experiencia con la luz y la perspectiva.

La vida social de Brueghel traspaso los límites del círculo intelectual, fue invitado especial a bodas campesinas, recibiendo el apodo de «Brueghel el Campesino» por su gusto por vestirse como un campesino para mezclarse en las bodas y otras celebraciones, esto le sirvió para obtener inspiración y detalles auténticos para sus pinturas.

Tuvo dos hijos pintores, Pieter Brueghel el Joven y Jan Brueghel de Velours. El segundo fue muy reputado como pintor de flores y se ganó el sobrenombre de Brueghel de «Velours» por su magistral tratamiento de las texturas delicadas. El primero realizó copias y variaciones de las pinturas de su padre, a menudo de gran calidad, con las que se ganó muy bien la vida.

Murió en 1569.

Ángel Villazón Trabanco

Dr. Ingeniero Industrial

 

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